Los desajustes comenzaron el pasado domingo, cuando la Municipalidad apresuradamente informó a la ciudadanía y a la prensa que la visita de Amelia se había adelantado una hora, es decir, a las 09h00, debido a que la actual reina mundial de la belleza debía cumplir con otra actividad, a las 13h00, en la capital. No obstante, a las 09h10 de ayer, pocas personas se habían acercado hasta la estación del ferrocarril, primer punto del itinerario de la dominicana.

A las 09h40, el fuerte pito de una de las locomotoras anunció el arribo de Vega, quien fue recibida con júbilo. Germán Jaramillo, gerente de ferrocarriles, le entregó una gorra de capitán, con la que Amelia, junto a otras cuatro reinas de la provincia, posó ante la prensa subida en la locomotora.

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Inmediatamente la soberana inició su recorrido por la avenida 10 de Agosto a bordo de un Peugeot convertible y escoltada por 80 cadetes de la Policía Nacional. Durante el recorrido, los riobambeños no encontraron mejor forma de agasajarla que lanzarle cientos de rosas. Ante la lluvia de flores, el personal de seguridad de la Miss Universo 2003 optó por protegerla con dos sombrillas, mientras ella se esmeraba en responder al cariño de la gente con besos y sonrisas.

Los balcones engalanados con flores, globos y banderas de Ecuador y Riobamba llamaron la atención de Vega, que en más de una ocasión los señaló y agradeció el gesto a sus propietarios.

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Pocos minutos después de haberse iniciado el recorrido, en el que también participó la banda de la Policía Nacional, una rosa impactó en el ojo derecho de la dominicana, por lo que –de forma apresurada– su personal de seguridad la cambió de vehículo.

Las últimas seis cuadras del corto trayecto (alrededor de trece cuadras) Amelia las recorrió a bordo de un automóvil con los vidrios polarizados, con las ventanas arriba. Las personas que esperaban admirar a la soberana abuchearon la decisión de su cuerpo de seguridad. Incluso, algunos muy molestos, tuvieron enfrentamientos verbales con elementos de la Policía Nacional.

En el atrio de la iglesia Catedral, donde se había previsto que el alcalde Fernando Guerrero le entregue a la Miss Universo saliente las llaves de la ciudad, hubo nuevos inconvenientes: la prensa que había seguido el recorrido de Vega fue impedida de ingresar a la tribuna instalada especialmente para su uso y cientos de personas, aprisionadas contra la malla de seguridad colocada frente al atrio, gritaban solicitando ayuda de los policías presentes en el sitio. Minutos después, el inconveniente con la prensa fue superado.

La soberana permaneció 10 minutos en la iglesia hasta garantizar su seguridad. A las 10h15 salió con unas enormes gafas oscuras. Durante su discurso de agradecimiento, justificó su uso diciendo que las rosas le habían inflamado “un poquito” su ojo. A pesar de ello, la reina presenció, animada y sonriente, el espectáculo de danza folclórica que se montó en su honor.

A las 10h40, Vega se trasladó hacia el museo de arte religioso de las Madres Conceptas, donde realizó una rápida visita de sus instalaciones.

Notas
Cambio de planes
A pesar que se había anunciado que la dominicana participaría en un almuerzo y brindaría una rueda de prensa en las Torres de Hospiesaj a las 10h55, a bordo del mismo vehículo en el que culminó el desfile, Amelia pasó rápidamente (pero esta vez con los vidrios abajo) frente a las Torres, rumbo al aeropuerto de la ciudad para retornar a Quito.

Riobambeños, decepcionados
La decepción entre los riobambeños fue notoria. En las calles, cientos de personas criticaban la falta de
organización para los eventos, razón por la que aducían que  la soberana permaneció en esta urbe solo una hora.