El poeta chileno Gonzalo Rojas, quien obtuvo el premio Cervantes 2003, asistió el pasado jueves a Moscú a la presentación de la primera antología de su obra en ruso, en la sede del Instituto Cervantes de Moscú.
“El ejercicio poético mío es el de un aprendiz”, dijo Rojas, quien el pasado 23 de abril recibió en Madrid el premio Cervantes de manos del rey de España, Juan Carlos I.
Publicidad
Con una gran vitalidad y un envidiable sentido del humor que no delatan sus 86 años, Rojas afirmó con su modo característico de alargar las vocales en la última palabra de la frase: “No soy el poeta que presume de original ni menos aún de originalista”.
Conocido por su afición a los neologismos, “esas palabras que no están en el diccionario de la Academia”, el autor compartió con los asistentes al acto el nacimiento de uno de ellos: “cardiozumbido”. Dijo que esa palabra le vino a la mente tras consultar con un médico.
Publicidad
“La poesía no dice; casi dice”, manifestó Rojas, para quien “los poetas no son animales de la exactitud, sino de la aproximación”.