Es la segunda ocasión que Óscar Quezada visita el país. La primera fue en 1994. Entonces vino con la orquesta Los Titanes de Colombia, de la que aún es su vocalista, a pesar de que ya no realizan giras juntos. “Nos unimos para grabar discos, pero para los conciertos en el extranjero viajo con una big band”, expresa el artista.
Quezada es de baja estatura, su cabello es corto y rizado y –como admite– está algo subido de peso. Al hablar sobre su carrera y apego por la música romántica no puede dejar de entonar a capela algunos de los temas que popularizó con Los Titanes, entre ellos Compárame, Sobredosis, Embriágame y Mi amante niña.
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Quezada llegó a Ecuador el miércoles pasado para ofrecer dos conciertos en la salsoteca La Salsa Madin beer (Av. de las Américas). El primero estaba previsto para ayer y el segundo será hoy, a la medianoche. También vino para promocionar su último álbum, La chica candela, compuesto por diez canciones. El vocalista expresa que el promocional –que se llama igual que el CD– lo dedicó a su hija Alida, que tiene 1 año 4 meses.
Agrega que se inició en la música a los 5 años. Fue el primer vocalista del coro de una escuela, ubicada en su natal Barranca Bermejo. A los 8 grabó un disco con esa agrupación coral y a los 13 formó el trío Los Galanes, que interpretaba boleros y baladas. “Se nos unieron chicos que, además de tocar el bajo y la guitarra, eran diestros con la trompeta, entonces empezamos a tocar música bailable”, indica.
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Por sus estudios de computación, Quezada se trasladó a Bogotá y poco a poco sus compañeros del grupo lo siguieron y pudo conformar una orquesta. “Hicimos una grabación para obsequiarla a los amigos. Por un equívoco el casete llegó a discos Fuentes, me llamaron e invitaron a realizar una audición para una orquesta que quería un vocalista. Era Fruko y sus Tesos, banda con la que no grabé porque estaba a punto de iniciar una gira”, asegura.
Con el grupo que sí grabó fue con Los Titanes de Colombia. “Canté Eres mi razón de ser y les gustó, entonces me convertí en un titán”, dice. En 1988, Quezada fue víctima de un atentado en su natal Colombia. Su pierna sufrió una grave lesión y por algún tiempo usó bastón. “Ya no lo necesito, pero en las presentaciones me lo exigen porque como en el primer video salí con bastón no me dejan desprenderme de él”.