El jefe paramilitar Carlos Castaño habría sido asesinado por otros líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que temían ser delatados por este en unas negociaciones con la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, siglas en inglés) según una versión difundida ayer por la prensa.
Citando “fuentes confiables de las autodefensas”, el periódico Vanguardia Liberal señaló que Castaño “habría muerto desde el primer día, durante el atentado en su finca”, en el noroeste del país.
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Según el diario de la ciudad de Bucaramanga, el ataque contra Castaño lo planearon los máximos jefes de las AUC, “entre ellos alias Jorge 40, El Alemán y Don Berna, además de Salvatore Mancuso y personalidades muy poderosas que el país aún no conoce”.
La confusión en torno de la suerte de Castaño aumentó luego que el jefe paramilitar Salvatore Mancuso negara el atentado, como aseguró la esposa de aquel, Kenia Gómez, que el sábado abandonó el país bajo protección de organismos humanitarios.