Todo vale a la hora de rematar Kill Bill Vol. 2, la segunda entrega de la obra de Quentin Tarantino que hoy llega a las pantallas de EE.UU. bañada de sangre, humor y hasta un poco de flamenco en medio de este festival de artes marciales.

“No importa cuán mortal y sangrienta sea la historia, está hecha con ganas de diversión, de pasar un buen rato con todo mi universo”, confesó el realizador estadounidense.

Un universo que en el caso de Tarantino, de 41 años, tiene de todo dado el archivo mental de “homenajes” que destila en su obra. Por eso se pueden escuchar acordes de la canción Tu mirá, de Lole y Manuel, sobre unas imágenes de spaghetti western mezcladas con kung-fu y cine francés.

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“Son muchos los elementos que incorporo, especialmente de la década del setenta, una gran década”, intenta explicar sin justificaciones este ex dependiente de un videoclub que ha creado su propia escuela.