Al menos nueve heridos dejó una gresca entre estudiantes de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), cuando unos 15.000 alumnos marcharon en el tradicional desfile bufo, que realizan el viernes de Dolores de cada año, para burlarse de las autoridades del gobierno y los políticos.
El incidente ocurrió en el centro capitalino, en el llamado "Desfile bufo de la Huelga de Todos los Dolores", en medio de un enfrentamiento entre estudiantes de la Facultad de Derecho con dirigentes de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).
La gresca se extendió por varias calles del Centro Histórico capitalino, mientras los estudiantes de leyes la emprendían contra compañeros de otras unidades académicas, de las 19 facultades y escuelas que participaban en la celebración.
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El médico Edwin Bravo, del hospital San Juan de Dios, cerca del área de la batalla campal, reportó a ese centro de nueve personas heridas, dos de ellas por bala, así como dos con posible trauma de cráneo, mientras al menos una decena más con signos de intoxicación alcohólica.
La denominada huelga se remonta a 1898, cuando estudiantes de la Facultad de Medicina montaron una protesta contra las autoridades de la USAC, movimiento que luego tomó un fuerte cariz político, de protesta y denuncia a los sucesivos régimenes militares y corruptos que han detentado el poder en Guatemala.
Para esta edición "se adoptó como tema central la corrupción en el gobierno de Alfonso Portillo (2000-enero 2004), para que agarren a todos los corruptos, los juzguen y extraditen a Portillo (de México) y que no queden impunes", explicó a la AFP el vocero del comité organizador, conocido como "El Honorable", con el rostro cubierto con una capucha, igual que el resto de estudiantes.
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Con carrozas sobre camiones, comparsas, integradas por alumnos con disfraces, entonando canciones de denuncia y mofa, el desfile recorrió durante casi todo el día las calles del Centro Histórico, mientras miles de personas se agolpaban para observar el paso de los estudiantes.
Algunos de los tantos mensajes llamaban al presidente Oscar Berger a "quitarse la máscara de tonto", y otro lo representaban con su figura debajo de una bota militar con las siglas del Cacif, el poderoso comité de la cúpula empresarial, que aseguran, manda al mandatario.
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Algunos portaban máscaras del ex dictador Efraín Ríos Montt, del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y hacían alusión a su poca inteligencia o a la invasión de Irak.
Sin embargo, la violencia opacó la actividad, pese a las promesas de los organizadores de reencauzar la tradición, venida a menos en los últimos años, también afectada por la baja calidad de las carrozas y comparsas, así como por los excesos, principalmente en el consumo de licor.