Un estudio realizado por un médico ecuatoriano revela que el consumo de ácido ascórbico previene la rotura prematura de membranas o más conocida como “agua fuente”, que afecta al 15% de mujeres gestantes y causa el 50% de partos prematuros. Algo tan simple como un comprimido de vitamina C al día puede ayudarle a prevenir la rotura prematura de membranas, que lleva a la súbita terminación del parto y al nacimiento de un niño prematuro, con pocas posibilidades de sobrevivir.  

El médico ecuatoriano Andrés Calle comprobó que las mujeres que presentaron la comúnmente llamada “rotura  del agua de fuente” tenían deficiencia de vitamina C en su organismo. Calle, máster en Nutrición Materna y Alto Riesgo Obstétrico de la Universidad de París y máster en Bioestadística e Investigación Médica por la Universidad Pierre y Marie Curie (también de Francia), realizó un estudio entre 84 embarazadas que fueron atendidas en la Maternidad Isidro Ayora de Quito.

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Las primeras pacientes estudiadas (42 mujeres) constituyeron el grupo “caso”, es decir, mujeres que tenían entre 28 y 37 semanas de gestación y que presentaron la rotura prematura de membranas sin que antes se inicie la labor de parto.

En el estudio, para que exista mayor precisión en los resultados, se excluyeron las gestantes que tuvieran infecciones asociadas con la rotura, entre ellas los embarazos gemelares o múltiples. Las pacientes del grupo “control” (también de 42 mujeres) tenían entre 28 y 37 semanas de gestación y no presentaron la rotura prematura de membranas.

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Previene riesgos
En todos los casos se siguió un protocolo médico previamente definido para identificar las características de cada uno y se recogieron tomas de sangre para analizar la concentración de vitamina C, también conocida como ácido ascórbico. “Comprobamos que el ácido ascórbico se encuentra en concentraciones disminuidas en el plasma de mujeres embarazadas que presentan rotura prematura de membranas”, explica el especialista.

La conclusión tiene un sustento científico. La vitamina C actúa sobre dos aminoácidos (lisina y prolina) mediante un proceso bioquímico que consiste en la transformación (hidroxilación) de los aminoácidos en una sustancia similar a un pegamento, lo que contribuye a la unión consistente de todas las células orgánicas entre sí. Al tener más resistencia, las membranas amnióticas son más resistentes a la presión y al estiramiento.

En Ecuador, la rotura prematura de membranas tiene una incidencia del 15% entre las mujeres embarazadas, y es causante de alrededor del 50% de nacimientos de niños prematuros en el país, según el experto. El grupo en mayor riesgo es el conformado por mujeres de escasos recursos económicos. Este segmento social incluye a embarazadas que deben realizar mayor esfuerzo físico en sus labores cotidianas y que no toman los cuidados necesarios en el aseo de sus genitales para prevenir las infecciones bacterianas, lo que también pueden causar la rotura del agua de fuente.

La mujeres de este grupo se alimentan inadecuadamente, no siguen las indicaciones nutricionales de los ginecólogos y tampoco toman vitamina C en cantidades adecuadas, se comprobó en el estudio.  Según el experto ecuatoriano, la patología podría ser evitada por las futuras madres mediante el consumo de vitamina C en forma diaria, porque una de las características de esta sustancia es que no se almacena en el organismo.