La oposición venezolana continuaba este viernes negociando con el Consejo Electoral (CNE) la validación de firmas que faltan  para activar el referendo al presidente Hugo Chávez, quien aseguró estar dispuesto a someterse a la consulta si sus detractores consiguen ratificar 600.000 firmas para activarla.
 
En un largo discurso, Chávez reiteró que el gobierno de George W. Bush  "sigue financiando una conspiración" para sacarlo del poder y emplazó a la  comunidad internacional a pronunciarse sobre esa denuncia.
 
También acusó que los medios de comunicación de dirigir una campaña para  desprestigiarlo y acusarlo de violación de derechos humanos, en los recientes  disturbios opositores en el país que dejaron ocho muertos y decenas de heridos  de bala entre la semana pasada y el jueves.
 
"Si van las 600.000 personas y ratifican sus firmas habrá referendo  señores, como dice la Constitución", dijo el mandatario en un acto con  embajadores en Caracas.
 
"Si hubiera referendo y en el supuesto negado que la oposición lo gane, yo  me voy del gobierno. ¡Yo soy un demócrata! Creo en la democracia y creo  infinitamente en esta constitución (venezolana, aprobada a su instancia en  1999)", acotó.
 
Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano instó al gobierno  venezolano a "evitar el uso excesivo de la fuerza" y llamó a la oposición a  "actuar de forma no violenta", en vísperas de otra manifestación convocada en  Caracas por los adversarios de Chávez.
 
"Observamos con preocupación la violencia en Venezuela", declaró el  portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli.
 
En medio de esta polémica, Humberto Calderón, dirigente de la opositora  Coordinadora Democrática (CD), aseguró ante corresponsales extranjeros que "la  ruta del Referendo Revocatorio no se ha cerrado, tenemos que agotar todos los  medios".
 
Calderón, ex ministro de energía en los años ochenta, explicó que "estamos  un proceso de conversaciones, de diálogo con las autoridades del CNE en la  búsqueda de alguna salida que se enmarque dentro de la resolución 833 de la OEA  (salida pacífica, constitucional, democrática y electoral)".
 
En el centro de la negociación está la fórmula para confirmar más de un  millón de firmas que el CNE mantiene en observación. Si validan poco más de  600.000 de esas firmas los opositores alcanzarían las 2,4 necesarias para  activar la consulta.
 
El CNE ordenó que más de un millón de firmantes deberán acudir a confirmar  sus rúbricas en un proceso de reparos que la oposición estima "ilegal e  inviable".
 
"Nosotros estamos respaldando la posición del Centro Carter y de la OEA que  lo mejor es la muestra aleatoria" cuyo resultado se extrapolaría sobre el  millón de firmas dudosas para el CNE.
 
"Pero si hay algunas otras salidas que nos ofrezcan las suficientes  garantías de hacer el proceso factible (...) nosotros podríamos considerarlo,  pero hasta el momento no es el caso", señaló.
 
Los opositores buscan principalmente que el CNE ceda y ordene que sólo  tengan que acudir a los reparos quienes consideren que su firma se usó  fraudulentamente y no quienes quieran confirmarla.
 
De no lograrse esa inversión, pugna por mayor cantidad de días (se les  otorgaron dos) y de puntos de recolección, así como otras facilidades para que  se confirmen las rúbricas.
 
Tanto las autoridades del CNE como los opositores dicen que la negociación  debe culminar este fin de semana.
 
Tras las tomas de calles efectuadas la última semana en el este y sureste  de Caracas, algunas con choques entre opositores y efectivos de la Guardia  Nacional, los opositores se movilizaron a la sede de la OEA en Caracas para  pedir la presencia de su secretario general, César Gaviria, y el cese a la  represión.
 
El ministerio de la Defensa prohibió este viernes el porte, uso y  transporte de armas de fuego en la población civil por nueve días para "brindar  mayor seguridad y protección a la ciudadanía.