El gobierno, la mayoría de los sectores políticos y los organismos de derechos humanos expresaron satisfacción este jueves luego que la armada reconoció por primera vez que en sus dependencias se cometieron  actos de barbarie e irracionalidad durante la pasada dictadura militar. 
 
El reconocimiento se produjo en la víspera a través de un discurso del jefe de la armada, almirante Jorge Godoy, quien se refirió a episodios ocurridos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que ocupa un amplio predio en esta capital. 
 
En la ESMA se forman los suboficiales navales, pero entre 1976 y 1983 fue uno de los peores centros de detenciones ilegales, torturas y ejecuciones sumarias. 
 
La armada, la institución castrense más comprometida con la represión ilegal durante el régimen de facto instaurado en 1976, se había mostrado muy renuente a aceptar circunstancias comprobadas por la justicia. 
 
Varios tribunales dieron por acreditado que en la ESMA, y en otras dependencias navales, hubo miles de casos de tormentos y ejecuciones ilegales. Se estima que no menos de 4.000 detenidos políticos fueron asesinados en ese lugar. 
 
Godoy, uno de los comandantes castrenses designados por el presidente Néstor Kirchner, dijo durante una ceremonia el miércoles que  sabemos hoy, por la acción de la justicia, que la ESMA fue utilizada para ejecutar hechos aberrantes y agraviantes de la dignidad humana, la ética y la ley. 
 
El ministro de Defensa, José Pampuro, dijo el jueves que la autocrítica del jefe naval fue más profunda que lo que esperaba el gobierno. 
 
Añadió que Godoy  avanzó con mucha claridad en diferenciar el antes y el después de lo ocurrido en la ESMA durante la última dictadura. 
 
El ex jefe del ejército, general retirado Martín Balza, actual embajador en Colombia, que en 1995 hizo un profundo reconocimiento de las violaciones cometidas por su servicio, dijo que   como viejo soldado, me siento reconfortado y orgulloso por las palabras de Godoy. 
 
Oscar González, secretario del opositor Partido Socialista, declaró a la AP que el mensaje del jefe naval   fue positivo, pero también una admisión tardía de una verdad evidente. 
 
Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, sostuvo que es un discurso inédito que hay que tomar en esa dimensión. 
 
El diputado Jorge Rivas, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), opinó que Godoy contribuye, con sus palabras, a conducir a la Marina con un perfil más comprometido con la democracia. 
 
Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), exhortó a darle una generosa bienvenida a las palabras de Godoy. 
 
La única reacción discordante partió de Hebe de Bonafini, titular del sector radicalizado de las Madres de Plaza de Mayo, quien calificó las palabras de Godoy de hipócritas, no le creemos. 
 
Kirchner anunció recientemente su propósito de convertir a la ESMA en un Museo de la Memoria y había inquietud por la reacción de los mandos navales. Pero Godoy dio su conformidad con el destino proyectado por el gobierno.