Un juez concedió este lunes arresto domiciliario al ex titular de la filial venezolana de Parmalat, Giovanni Bonici, detenido desde hace más de un mes por su supuesta participación en el fraude del conglomerado lácteo, dijo su abogado defensor.
 
Bonici fue trasladado este lunes desde una prisión de Parma hacia la casa de su pareja, también en el área de Parma, expresó su abogado Antonio Tuccari.
 
No se supo de inmediato por qué el magistrado concedió el arresto domiciliario al ex directivo de Parmalat.
 
Bonici fue la novena persona arrestada en el multimillonario escándalo de fraude, al entregarse a la policía el 9 de enero, tras arribar desde Venezuela.
 
Tuccari dijo que su cliente había tenido problemas para conseguir un boleto de avión para regresar a Italia, luego de que las autoridades habían emitido el 31 de diciembre una orden de arresto.
 
Parmalat de Venezuela sostiene que Bonici es investigado en conexión con sus acciones como presidente de Bonlat, subsidiaria de la empresa láctea en las Islas Caymán.
 
El escándalo de Parmalat explotó el 19 de diciembre, cuando la empresa admitió que Bonlat no tenía 3.950 millones de euros (5.000 millones de dólares) que antes había reportado en una cuenta del Bank of America. Inmediatamente, Parmalat pidió la quiebra para protegerse de sus acreedores.
 
Una auditoría ordenada luego de que estalló el escándalo dijo que la deuda de la compañía es de unos 14.300 millones de euros (18.000 millones de dólares), ocho veces más que lo que había informado Parmalat en septiembre.
 
Ninguna de las personas arrestadas han sido encausadas en el caso. Entre ellas se encuentran el fundador de Parmalat, Calisto Tanzi, y dos ex directores financieros.
 
Los abogados han buscado conseguir el arresto domiciliario para sus clientes, pero los jueces han negado la petición al considerar que los ejecutivos podrían intentar escapar del país o manipular evidencia.
 
Parmalat Venezuela, con siete fábricas de decenas de productos y 2.500 trabajadores, facturaba 250 millones de dólares anuales.
 
En los años 90, Parmalat lanzó una ofensiva de conquista de América Latina y se instaló en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
 
En esos países están algunas de las 139 plantas que la empresa tiene en el mundo, y 16.000 de sus 36.000 empleados.
 
Parmalat se hizo muy popular en América Latina con centenares de productos de consumo masivo, desde leche hasta galletas y desde yogures a jugos.
 
Entre sus estrategias de mercadeo se destacó el patrocinio a clubes de fútbol, como Palmeiras en Brasil, Boca Juniors en Argentina, Peñarol en Uruguay o Italchacao en Venezuela.
 
La región sigue con atención el escándalo que estalló a mediados de diciembre de esta transnacional que facturaba 9.500 millones de dólares anuales.
 
El propietario y ex presidente de Parmalat, Calisto Tanzi, y otras ocho personas, permanecen encarceladas bajo sospechas de fraude. Ninguno de ellas ha sido formalmente acusada hasta el momento.