El actor Mel Gibson negó en una entrevista a la cadena televisiva ABC que él o su película La pasión de Cristo sean antisemitas, como algunos críticos han sostenido.

Gibson también defendió la extrema violencia que hay en su filme, que abarca las últimas doce horas en la vida de Jesús, diciendo que era necesaria para que la gente sintiera la enormidad del sacrificio de Cristo.