La medida concluyó al mediodía, luego de la firma de un Acta de Compromiso en la que participaron el gobernador del Guayas, Felipe Mantilla, y representantes de la unidad hospitalaria.

El funcionario se comprometió con interponer sus oficios ante el ministro de Economía, Mauricio Pozo, a fin de que acredite oportunamente las diferencias impagas y los rubros complementarios para la marcha administrativa de la casa de Salud.

Mientras que, ayer por la mañana, en la puerta de ingreso al Hospital, Lilian Manzo esperaba, con su hijo de 3 meses en brazos, Johan, atención en el área de Consulta Externa para la especialidad de dermatología.

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Cerca de ella estaba Melissa Rodríguez con su hijo Andrés, de 8 meses, a quien llevaba para que lo viera un especialista en síndrome de Down.

Ambas habían llegado un poco antes de las 08h00 al nosocomio desde el sur de la ciudad. La primera desde Bolivia y la 22ª, y la otra desde las Malvinas. Sin embargo, hasta las 09h30 a ninguna le daban atención en Consulta Externa para sus pequeños hijos. Acababan de enterarse que el personal administrativo, enfermeras y tecnólogos continuaban paralizados.

Adentro, ajenos al drama de aquellas madres, 348 empleados del hospital estaban sentados o deambulaban por los corredores sin hacer nada.

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La medida se realizaba para exigir al Subsecretario del Tesoro Nacional y al Ministro de Economía que cancelaran la deuda de 719.000 dólares que el Estado mantiene con esa casa de salud, señaló Mercedes Peña, presidenta de la Asociación de Enfermeras del hospital del Niño.

El desglose de la deuda es: 190.000 dólares corresponden al pago de retroactivos del sueldo del personal; el resto son gastos corrientes para reparación de equipos y preasignaciones de impuestos.

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