El precio del dólar en el mercado negro bajó a  3.000 bolívares por billete verde en Venezuela, tras dispararse el lunes a  3.200 y aún 3.500 bolívares, al oficializarse una nueva devaluación del 16,6%,  pero los expertos auguran una disparada de la inflación.
 
"De inmediato se va a producir una sobredevaluación", auguró el ex ministro  de Planificación Teodoro Petkoff, director del opositor vespertino caraqueño  Tal Cual.
 
Petkoff apuntó en un editorial que, medido en dólares, el salario mínimo del país (247.104 bolívares) bajó de 154 a 129 dólares por la devaluación, que  el lunes elevó la divisa estadounidense de 1.600 a 1.920 bolívares por dólar,  según el tipo de cambio oficial.
 
Pero si se toma en cuenta la cotización del dólar en el mercado negro,  donde se colocó a 3.000 bolívares por billete estadounidense, el salario mínimo  llega a sólo 82 dólares, puntualizó.
 
"Esta cifra es más próxima a la realidad oficial porque en condiciones de  control de cambios es el mercado negro quien marca la pauta económica",  agregó.
 
Remató que "un país que importa el 60% de sus bienes de consumo, sobre todo  la comida, los pagará en dólares ahora más caros".
 
Para Petkoff la inflación, que cerró en 27% en el 2003 en Venezuela, se  disparará al 36% este año por efecto de la devaluación.
 
Pero analistas diplomáticos consultados por la AFP dijeron que 24 horas  después de producirse la devaluación se perciben mayores marejadas de críticas  políticas que temblores económicos en el país, refiriéndose a la actual puja  del espectro político tradicional por impulsar un referendo revocatorio del  mandato del presidente Hugo Chávez.
 
En lo que atañe al dólar del mercado negro, expertos remarcaron que esta  devaluación ya había sido prevista desde diciembre y que no se hizo más que  absorberla al llevar el dólar negro a la paridad de 3.000 bolívares y más.
 
El economista Maxim Ross anticipó por este motivo que no habrá una  variación importante en la paridad del dólar en el mercado negro.
 
Otro economista, Miguel Angel Santos, advirtió sobre mayores controles de  precios, señalando que esto podría alimentar la escasez de productos "que ya  alcanzó 30% en enero".
 
El también economista Alexander Guerrero opinó que la nueva devaluación  frenará el crecimiento, presionará fuertemente los precios, y dará pie a un  incremento de la escasez de productos.
 
Del lado gubernamental, el ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega, advirtió  que el gobierno hará un seguimiento estricto al mercado paralelo para evitar  desviaciones importantes que respondan a movimientos especulativos.
 
Nóbrega destacó que "el mercado paralelo es marginal y el precio se fija  por operaciones de ciertas empresas que tienen acciones en el exterior a través  de los ADR".
 
La nueva paridad de 1.920 bolívares por dólar deja atrás la de 1.600  bolívares por billete verde que regía desde el 5 de febrero del 2003, cuando el  presidente Hugo Chávez implantó el control cambiario tras un paro opositor de  63 días, que colapsó la industria petrolera.
 
La nueva devaluación de la moneda venezolana estaba prevista desde  principios de diciembre pasado, cuando la Asamblea Nacional (AN, Legislativo)  aprobó el presupuesto venezolano para el 2004, de 31.219 millones de dólares,  soportado, según se explicó, por una paridad cambiaria de 1.920 dólares y un  precio petrolero mayor a 18,5 dólares el barril.
 
Pero la medida entró en vigencia sorpresivamente el lunes, al comienzo de  una semana en la que el Consejo Nacional Electoral (CNE) debe decidir si  procede un referendo contra Chávez.
 
La oposición y el empresariado responsabilizan al control cambiario de la  parálisis económica del país, mientras el gobierno augura que este año la  economía crecerá entre 6 y 8%, tras una dura caída de entre 9% y 10% en el  2003.