Los pequeños y grandes glaciares del nevado Chimborazo prácticamente han desaparecido, lo que ha provocado que los andinistas que pretendan conquistar la cumbre máxima (Wimper), tomen todas las precauciones ya que existen pocas áreas con nieve.
Noviembre, diciembre y enero, época de nevadas, eran los meses preferidos por los andinistas para ascender al coloso de los Andes, pero, según los entendidos, los fenómenos naturales como el recalentamiento de la tierra, la contaminación ambiental y la falta de nieve dificultan la escalada.
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Por esta razón los escaladores admiten que es peligroso conquistar las tres cumbres del Chimborazo (Edwar Wimper, Politécnica o Central y la Nicolás Martínez u Oriental) que, de izquierda a derecha, pueden ser observadas desde Riobamba.
En varios volcanes
Enrique Veloz Coronado, guía de montaña, explicó que este fenómeno que se está dando con los nevados que forman la avenida de los volcanes, científicamente se conoce con el nombre de “ablación glaciar”.
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Veloz señaló además que “desde hace algún tiempo se observan fenómenos determinantes en las masas de hielo continental y de las montañas del mundo, como en el caso del Chimborazo (6.310 msnm) y El Altar (5.400 msnm), que muestran sus laderas secas, otrora cubiertas de hielo y nieve, y que determinaban las características de la escalada”, acotó Veloz.
“El taita Chimborazo está seco, pelado, la nieve ha desaparecido, los hieleros ya no asoman”, comenta Julio Songo, morador de San Juan Chico y descendiente de una familia que por décadas se dedica a la comercialización del hielo que extrae de las alturas del Chimborazo.