El paracaidista y fotógrafo Nicolás López, de  30 años, realizó exitosamente este sábado el primer salto con paracaídas desde  un edificio público de Argentina, lanzándose desde el Obelisco, de 67 metros de  altura, el mayor ícono de Buenos Aires. 
 
"Estuvo espectacular", declaró el deportista a poco de tocar tierra sin  sobresaltos sobre la ancha avenida Nueve de Julio, tras un descenso controlado  de 13 segundos, que concluyó a unos 90 metros del monumento. 
 
"Saltar desde el Obelisco fue muy fuerte. No todos los días es posible  lanzarse desde un lugar que es un ícono de la ciudad, y rodeado de tanto  cemento", añadió López. 
 
El salto, autorizado por las autoridades de la Ciudad, que facilitaron el  acceso al monumento, se realizó a las 06H00 (09H00 GMT) sin difusión previa, de  modo que tuvo escasos testigos, y fue filmado por López con una cámara adosada  a su casco. 
 
El Obelisco fue erigido en 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la  primera fundación de Buenos Aires, y es una estructura hueca con sólo dos  ventanas de 50 centímetros por 70, en el extremo superior. 
 
Para efectuar la prueba, López subió por la escalera interna y salió por la  abertura que da al norte, improvisada como plataforma a 63 metros del suelo. 
 
El deportista es un especialista en "BASE jumping", especialidad en saltar  de alturas muy inferiores a las normales para el paracaidismo, desde edificios,  acantilados, puentes, que según quienes la practican, "es lo más parecido al  vuelo" de las aves. 
 
"Durante los segundos que dura una caída es casi seguro que no haya otra  persona en el planeta que esté experimentando lo mismo, así que en ese momento  soy el tipo más feliz del mundo", dijo López. 
 
El experto es miembro del grupo de acrobacias aéreas Red Bull Aerobatix,  que también integran el parapentista suizo Andy Hediger, ex campeón mundial de  acrobacias en su especialidad, y el argentino Hernán Pitocco, cuarto en el  ranking mundial.