La muerte de dos periodistas en un hotel de Bagdad por un proyectil del ejército estadounidense fue el resultado de una "negligencia criminal" de la que el gobierno del presidente George W. Bush es en parte responsable, dijo este jueves una organización defensora de los derechos de los profesionales de los medios de comunicación.
El camarógrafo de Reuters Taras Protsyuk, y su colega español José Couso, murieron por un proyectil disparado desde un tanque de Estados Unidos contra el Hotel Palestina de la capital iraquí el 8 de abril, poco antes de que finalizara la guerra liderada por Washington que derrocó al presidente Saddam Hussein.
La organización con sede en París Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo en un informe especial que el disparo del proyectil no fue un ataque deliberado contra los medios de comunicación, pero que los soldados estadounidenses deberían haber sido advertidos por sus superiores de que un nutrido grupo de periodistas se alojaba en el hotel.
"El disparo contra este edificio no fue, por lo tanto, un ataque deliberado contra los periodistas o la prensa en Bagdad, como algunas personas han denunciado. Sin embargo, fue un acto de negligencia criminal cuya responsabilidad debería, claramente, establecerse", dijo la organización en un comunicado que acompaña el informe.
El texto hace un llamamiento a reabrir la investigación del ejército de Estados Unidos, que el pasado agosto descartó que las tropas norteamericanas actuaran "de forma inapropiada" cuando dispararon contra el hotel.
Además, critica a las autoridades de Estados Unidos por mantener antes de la investigación que el disparo se hizo en legítima defensa para responder a disparos procedentes del hotel.
"La primera versión de lo ocurrido se convirtió en la versión oficial que fue una mentira de las autoridades", dijo RSF.
El organismo subrayó que la clave de la tragedia fue que los soldados en el campo de batalla nunca fueron informados del elevado número de periodistas que había en el Hotel Palestina ni éste estaba marcado en los mapas utilizados por los soldados de apoyo de artillería.
"Si lo hubieran sabido, nunca habrían disparado", indicó RSF.
Responsabilidad
El informe dice que el capitán Philip Wolford, que dio permiso para que se disparara contra el hotel, y el sargento Shawn Gibson, que disparó el proyectil, no eran responsables de las muertes.
En su lugar, se indica que la responsabilidad debe recaer en nivel superior, en el cuartel general del general Buford Blount, comandante de la Tercera División de Infantería, "por no aportar la información necesaria que hubiera evitado la muerte de los periodistas".
RSF dijo que, dado que el Gobierno de Estados Unidos tenía "la autoridad suprema sobre su ejército en el campo de batalla", debe asumir alguna responsabilidad por lo ocurrido.
El proyectil del tanque alcanzó el piso 15 utilizado por la agencia de noticias internacional Reuters en el hotel de 17 plantas.
El camarógrafo ucraniano de Reuters resultó herido y murió a su llegada a un hospital de Bagdad. Los escombros cayeron al piso inferior donde Couso, camarógrafo de la cadena privada de televisión Telecinco, resultó mortalmente herido. Otros tres periodistas de Reuters resultaron gravemente heridos.
Una portavoz de Reuters dijo: "Las principales conclusiones de este informe son en términos generales coincidentes con los resultados de nuestra investigación que identificaron problemas en las comunicaciones entre los mandos militares y las tropas sobre el terreno".
"Desde este ataque, la seguridad de los periodistas en Irak no ha mejorado y estamos haciendo todo lo posible para tratar de cambiar esto".
El Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Estados Unidos, dijo el pasado octubre que había pedido más detalles al Pentágono sobre las muertes en el Hotel Palestina y de otro camarógrafo de Reuters, Mazen Dana, por los disparos de un soldado de Estados Unidos en Irak, el 17 de agosto.
Reuters también presentó una queja formal esta semana al ejército de Estados Unidos sobre la detención y el trato dado a tres de sus empleados tras el accidente de un helicóptero cerca de Fallujah.