Ecuador informó este miércoles que incautó en las islas Galápagos 100.000 pepinos de mar, uno de los cargamentos ilegales más grandes capturados en la reserva ecológica y apetecido en los mercados asiáticos por sus supuestos efectos afrodisíacos.
 
Las islas Galápagos, un archipiélago de origen volcánico situado a unos 1.000 kilómetros de la costa de  Ecuador, posee especies únicas de flora y fauna mientras sus aguas albergan una gran riqueza de peces que es apetecida por flotas locales y foráneas.
 
El Parque Nacional Galápagos (PNG), entidad estatal que administra las islas, confiscó este martes 100.000 pepinos de mar y 409 aletas de tiburón que provendrían de la matanza de unos 150 animales, en una muestra más de la operación de pesqueros ilegales.
 
La captura de los pepinos de mar -conocidos científicamente como holoturios- es regulada en lapsos específicos por Ecuador a fin de evitar la extinción de la especie de forma tubular y que es usada en platos como el sushi por sus supuestos efectos en el apetito sexual.
 
La pesca de tiburones, por su parte, está totalmente prohibida.
 
El director del PNG, Edwin Naula, afirmó que una libra de pepino de mar se cotiza en unos $16 en el mercado local mientras que la libra de aleta de tiburón llega a los $100, pero estos valores podrían elevarse hasta en un 500% en los destinos foráneos.
 
Los pepinos de mar capturados sumarían unas 5.104 libras y las aletas de tiburón unas 65 libras. El cargamento, sumados ambos rubros, tendría un valor comercial de unos $200.000, indicó el funcionario a Reuters.
 
El caso fue denunciado a las autoridades judiciales.
 
Las islas Galápagos, que están rodeadas igualmente de una reserva marina de 40 millas, son el principal destino turístico de Ecuador, que enfrenta la presión de entes ambientalistas para imponer mano dura en su administración a fin de evitar la destrucción de su ambiente.