En Puerto Rico, España y México se celebra la llegada de los Reyes Magos a Belén.

La tradición de los Reyes Magos de Juana Díaz, la más importante de Puerto Rico y que celebrará este año su 120º aniversario, nació en 1884 de la nostalgia por su tierra de un sacerdote andaluz radicado en la isla.

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“El padre Valentín Echevarría es quien la funda. Viene con esa tradición de su pueblo de Andalucía donde celebraban el Día de Reyes con una cabalgata, y él la comienza aquí”, dijo William Santiago, presidente del Consejo Juanadino pro Festejos de Reyes.

Con el tiempo la celebración echó raíces en Juana Díaz, un pueblo en el sur de Puerto Rico, y también sufrió algunos cambios.
 
El 6 de enero se representa un diálogo de los pastores, que ven la estrella de Belén y se hace una adoración cantada al Niño Jesús, y días antes se pone en marcha la cabalgata nacional, que este año cumple 20 años.

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La celebración promovió que la tradición de los Reyes perdure. “Se había sustituido por la figura gordita, simpática y comercial (Santa Claus). La hemos rescatado porque ahora se ven muchos reyes y nacimientos, que es la decoración verdadera”, insistió.

España y México
En España, miles de niños esperan ansiosos, cada 6 de enero, la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Los menores dejan los zapatos sobre los que Melchor, Gaspar y Baltasar depositarán los presentes y dejarán también comida.

En el país ibérico, adultos que representan a los reyes recorren las calles y entregan recuerdos a los pequeños.

El servicio médico de Madrid atendió ayer, durante la Cabalgata de Reyes, a 26 personas heridas por el impacto de caramelos, y a otras con patologías cardiacas leves.

Los heridos recibieron el impacto de los caramelos que se lanzaron desde las carrozas en las que viajaban los Reyes Magos y el entusiasmo de los niños por recoger algunos de los dulces que les regalaban produjo varios contusos.

En México se mantiene la tradición de que los niños reciban regalos la noche del 5 de enero, después de dejar sus zapatos afuera de su cuarto y lanzan sus cartas con peticiones por los aires amarradas a globos de colores.

Los menores se toman fotos con los Magos, cantan villancicos navideños y participan de las misas.