Fue magnífica la idea de la Autoridad Portuaria de Guayaquil, de haber adquirido la draga holandesa.

Esto permite inmediatamente la limpieza del canal para que buques de alto calado, especialmente turísticos, puedan anclar frente a la Perla del Ecuador, logrando que aumente el flujo de dinero en dicha industria sin chimenea.

La draga en el futuro servirá para planificar la limpieza de los cauces de los ríos Daule y Babahoyo e incentivará el turismo fluvial, rescatará antiguas poblaciones ribereñas, creará nuevos centros de atracción y, posteriormente, se asegurará el mantenimiento de estas vías acuáticas.

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Esta ha sido una buena inversión que el pueblo guayaquileño y ecuatoriano la respaldan, pues indudablemente la querida Perla, Guayaquil, adquirirá así más brillo.

Alcides Maldonado Mata
Quevedo