Intensificando su campaña contra las uniones homosexuales, el papa Juan Pablo II lamentó el pasado domingo lo que calificó de un   malinterpretado sentido de los derechos civiles que según dijo está alterando el verdadero sentido del matrimonio.

En su tradicional saludo dominical, el Papa instó a que se dé mayor apoyo a aquellos que creen   en la importancia de la familia basada en el matrimonio, el cual destacó era un regalo   humano y divino que debería ser defendido por la sociedad.

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El Vaticano define el matrimonio como una unión divina entre un hombre y una mujer, y en julio inició una campaña mundial con el objeto de contrarrestar la corriente de dar reconocimiento legal a los matrimonios del mismo sexo.

Una declaración hecha hace días por una organización católica ortodoxa, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijo que los políticos católicos tenían el deber “moral de oponerse a las leyes que garanticen los derechos legales a las parejas homosexuales, y que los no católicos deberían seguir ese ejemplo, en vista de que el asunto concierne a la   ley natural de la moral”.