La reaparición de la cantante Isabel Pantoja, después de permanecer varios meses retirada de los escenarios, pudo acabar el pasado domingo en motín debido a la desastrosa organización del concierto, cuyos responsables vigilaron escasamente y mal el acceso del público al madrileño Palacio de Vistalegre.

Después de tres años de su última actuación en Madrid y con una hora y media de retraso sobre el horario previsto, la tonadillera comenzó su actuación ante un auditorio que se esperaba multitudinario, aunque no se cumplieron las expectativas.

La desorganización y la picaresca ayudaron a que muchos de los seguidores de la viuda del torero Francisco Rivera Paquirri, que habían comprado entradas más baratas, lograran ocupar parte de los asientos más caros.

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Tras aparecer sobre el escenario, vestida de blanco y a la hora prevista, la tonadillera sevillana se retiró inmediatamente tras prometer que volvería a salir si se resolvían todos los problemas. Y así lo hizo. Cantó temas como Ay, llévame al río, que quiero volverme loca!; El feriante; Qué tal me va sin ti y Se me enamora el alma.