La Organización Mundial del Comercio (OMC) abrió la vía este lunes a represalias internacionales contra las sobretasas impuestas por Estados Unidos a las importaciones de acero, al confirmar la aprobación de  demanda impuesta por la Unión Europea y otras siete potencias comerciales, entre ellas Brasil.
 
El órgano de apelaciones de la OMC confirmó el lunes que las sobretasas  impuestas por Estados Unidos a las importaciones de acero para proteger su industria siderúrgica son "incompatibles" con las reglas de la organización, indicaron fuentes de los países que presentaron la demanda (Unión Europea,  Brasil, China, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Suiza).
 
"Es un buen resultado. Confirma que las medidas estadounidenses son incompatibles" con las reglas de la organización, declaró a la AFP un diplomático de uno de los Estados que presentó la queja contra las sobretasas impuestas por Estados Unidos en marzo de 2002.
 
Estos países piden a la OMC que les autorice a tomar contramedidas, imponiendo a su vez sobretasas sobre las importaciones provenientes de Estados  Unidos.
 
La Unión Europea ha afirmado que está lista para tomar medidas de hasta 2.200 millones de dólares en sanciones contra productos estadounidenses, si  Washington no retira urgentemente los aranceles que impuso en marzo del 2002.
 
El comisionado europeo de Comercio, Pascal Lamy, afirmó el martes pasado que si Washington no acata la decisión de la OMC, la Unión Europea impondrá sanciones multimillonarias a Estados Unidos "de aquí a mediados de diciembre".
 
Los Quince ya elaboraron una larga lista de productos estadounidenses que podrían ser sometidos a una sobretasa, entre ellos textiles, calzado, frutas, verduras y cigarrillos, si Washington no acata las conclusiones del panel.
 
Para hacer presión sobre Washington, la UE busca sobre todo productos  originarios de los Estados norteamericanos más importantes desde el punto de  vista electoral, tales como Florida.
 
Un responsable japonés en Ginebra indicó que Tokio contemplaba también contramedidas.  "No hemos aún decidido exactamente lo que vamos a hacer, pero tenemos el derecho" de tomar contramedidas, señaló.
 
Un diplomático sudcoreano también informó que Seúl estudiaba sanciones  contra Washington, pero que aún no ha tomado ninguna decisión.
 
El órgano de apelaciones confirmó la primera decisión anunciada en julio  por la OMC en contra del aumento por Estados Unidos de las tasas sobre las  importaciones de acero, pero con algunas modificaciones.
 
En julio, un grupo de expertos de la OMC había ya rechazado, en un informe  de 900 páginas, todos los argumentos de la administración del presidente George  W. Bush para imponer esas sobretasas de entre un 8% y un 30%, estimando que no  eran conformes al acuerdo de la OMC sobre las medidas preventivas.
 
Según el panel, Washington no demostró que su industria siderúrgica había  resultado dañada por el ingreso de acero importado más barato, lo que la OMC  establece como la condición para imponer esas tarifas punitivas.
 
Estados Unidos apeló ese fallo, alegando que las importaciones provenientes  de la UE y los otros siete países constituía un grave perjuicio para los  productores de acero estadounidense, y que los acuerdos de la OMC prevén  medidas de salvaguardia.
 
En cambio, la decisión adoptada el lunes por la OMC no puede ser apelada.
 
Dos tercios de los seis millones de toneladas de acero que la UE exporta  anualmente a Estados Unidos están afectadas por esas sobretasas, lo que supone  un perjuicio de 2.300 millones de dólares.
 
El litigio sobre el acero se suma al diferendo vinculado con las ventajas  fiscales de los exportadores estadounidenses (FSC, Foreign Sales Corporation),  que fueron declaradas ilegales por la OMC, que autorizó a la UE a adoptar  sanciones por 4.000 millones de dólares contra Estados Unidos.