Once mujeres de la tercera edad grabaron recientemente un disco sin ser profesionales.

Nunca formó parte de algún  grupo musical. Tampoco integró un coro en su época estudiantil, si cantaba era cuando estaba sola y en su casa. Pero Esmeralda Ponce, a sus 57 años, es una de las integrantes más activas del coro Re Mayor, integrado por mujeres de la tercera edad.

Desde hace cinco meses, ella acude “religiosamente”, los lunes y jueves, al Centro de Integración de la Vejez, para ensayar y practicar con sus otras diez compañeras miembros de la agrupación.

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Carlota Soto, de 75 años, tampoco formó parte de un coro profesional, pero en 1997 se decidió por el canto para mantenerse activa y no estar sola en su casa.

Para ambas, el coro ha sido una experiencia gratificante  ya que les ha permitido presentarse en festivales locales y con público. Sin embargo, cuando les dijeron en septiembre pasado que iban a grabar un disco, ellas se mostraron incrédulas y hasta creían que su director, Fernando Cepeda, estaba bromeando.

Pero aquello no fue así y ellas y sus compañeras aceptaron el reto. La grabación se inició el 6 de octubre pasado y culminó el 30 de ese mes. Luego de casi un mes de grabaciones, el producto ya está listo para la venta. Los años no cuentan se denomina el trabajo discográfico que once mujeres, con edades de entre 57 y 89 años, grabaron pese a sus problemas físicos.

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El nuevo trabajo discográfico, grabado sin pista y solo con las voces de las sopranos y contraltos, tiene temas de los géneros pasillos y balada. También consta el himno al Envejeciente.

La idea de grabar y luego vender la obra, para que el dinero recaudado se lo invierta en el coro, fue una aspiración del director ejecutivo de la fundación Pro Senex, Aldo Guevara D’Aniello. Un sueño que el propio Fernando Cepeda, director del grupo, aún no cree que se lo haya concretado en poco tiempo.

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“Es difícil manejar un coro con personas ya mayores de edad, que no son profesionales y que padecen de algunas enfermedades como artritis, osteoporosis e hipertensión”, refiere Cepeda, quien se moviliza en silla de ruedas, asistido por su esposa.

Él había dirigido al coro de 1996 a 1997, pero renunció. Luego de seis años, en marzo del 2003, volvió para sacar adelante al grupo.

“Fue un trabajo difícil, de muchas horas de ensayo; ellas no estaban acostumbradas a estar en un cuarto de estudio de grabación y repetir cuando fallaba una voz”, manifiesta Cepeda.

Guevara destaca el logro de las miembros del coro, pues demuestra que la edad no es un obstáculo para concretar aspiraciones no logradas en la adolescencia o adultez.

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“Hay gente que pasa de los 60 años y se siente vieja, cansada; esto (el coro) demuestra que uno puede estar activo y seguir sirviendo”, manifiesta el director de Pro Senex, quien es, además, geriatra.

El coro no es la única agrupación que tiene el Centro de Integración de la Vejez, pues también tiene danza, teatro y pintura. “Los años no cuentan”, dice Guevara, cuando se quiere hacer alguna actividad. De ahí el por qué se denomina así el disco.

PARA ANOTAR

PRESENTACIÓN
La presentación del disco Los años no cuentan será este martes 11 de noviembre, a las 17h00, en el auditorio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas (Av. Nueve de Octubre y Pedro Moncayo).

SITIOS DE VENTAS
Los interesados en adquirir el disco pueden acudir al Centro de Integración de la Vejez (avenida Quito y Gómez Rendón, esquina).

INTEGRANTES
El coro está compuesto por once mujeres: seis son contralto y cinco sopranos.
Lo integran: Olga Moretto, Aura Cisneros, Fanny Gómez, María de Mujica, Vilma de Cepeda, Esmeralda Ponce, Carlota Soto, Esther Gualpa, Ángela Zambrano, Dalia Vinces, Lupe Vásconez y Colombia de Martínez.

ENTRADA
El ingreso a la presentación no tiene costo alguno.