El puesto de frituras de Mercedes Chávez no funcionó ayer ni tampoco lo hará durante el feriado de los difuntos. Su dueña invirtió las ganancias de su negocio permanente en la venta de flores.

Ella, sus hermanos, hijas y nueras montaron ayer el puesto de ramos y flores afuera de la puerta Nº 6 del cementerio general.

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Solo una vez al año se dedica a esta actividad por el feriado de los difuntos, porque “se puede sacar algo”, advirtió Chávez, quien recordó que durante quince años realiza este negocio eventual.

Pero desde esa época, Chávez ha notado que los puestos informales de flores durante el feriado de los Santos Difuntos “cada año se incrementan, porque la gente no tiene trabajo y en estos días se puede ganar algo de dinero”.

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Los fajos (ramillete) de flores de difuntos les cuesta un dólar con cincuenta centavos; los de rosas, 4 dólares, al igual que las ramas para hacer los arreglos. Y para este feriado un ramo simple lo venden entre 50 centavos y 1 dólar.

Pero, la ganancia que beneficia a los vendedores informales de flores en cambio perjudica a los fieles que visitan a sus finados.

Ayer, la familia de Ana Sánchez y Pedro Conforme se quedó con el deseo de preparar la colada morada porque gastaron 9 dólares para poner ramos en las tumbas de todos sus parientes.

“No puede ser que en un día ordinario un ramo de flores cueste 25 centavos y hoy lo suban a un dólar”, reclamó Sánchez, quien recorrió varias puertas del camposanto hasta hallar unos puestos donde los arreglos valían 50 centavos.

“Entre mi suegra y yo hemos gastado 5 y 4 dólares cada una para comprar unos ramos simples”, contó luego de hacer un recorrido de dos horas para visitar a los familiares fallecidos y de regreso a casa les tocaba solo servirse un almuerzo sencillo, porque “no hemos preparado nada. No hay para más”, dijo Pedro Conforme.

Pero los vendedores también tiene su justificación para elevar los costos de los ramos. Este año tuvieron que pagar 14 dólares (12 por el permiso y 2 por la tasa) por obtener la autorización que les permita vender en la vía pública.

Ayer, hoy y mañana, las brigadas municipales de Justicia y Vigilancia, Aseo Urbano, Policía Metropolitana y Vía Pública realizarán los operativos de control y revisión de los 290 puestos, cuyos propietarios pidieron sus respectivos permisos para laborar en el cementerio.

Pero, quienes no quisieron someterse a las medidas municipales para ganarse unos dólares en el Día de los Difuntos, optaron por otros oficios para aprovechar la gran afluencia de personas.

En este feriado, entre las bóvedas se pueden ver músicos, pintores y a quienes, provistos de escalera, limpian y colocan ramos en tumbas altas, y que cobran “su voluntad”, (lo que dé el usuario).

Cruzada de brazos, Patricia Caicedo se quejaba ayer por la poca afluencia de clientes a su restaurante, El Capitán, ubicado en el malecón.

“Estoy decepcionada. El fin de semana pasado hubo más gente y ahora que es feriado, no”, reprochó Caicedo.

Sin embargo, todavía esperaban que en la noche de ayer y hoy llegara más gente de Guayaquil y otras ciudades.

En la Capitanía del Puerto de Salinas se informó que este fin de semana no habrá aguajes. Pero, dos lanchas de la Armada estuvieron alertas para cualquier novedad, pero las torres salvavidas lucieron vacías por un curso de preparación.

El próximo aguaje será del 8 a 10 de este mes, según la tabla de mareas de la Armada. En el último, del domingo al martes pasado, hubo vientos fuertes y marejadas que arrastraron conchillas al malecón. En la Comisión de Tránsito y la Jefatura de Policía de Salinas no se registraron novedades.