La actriz Pamela Anderson se unió el jueves a una campaña a favor de los derechos de los animales contra la cadena de restaurantes de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), instando a un boicot por parte de los consumidores a los productos de la franquicia hasta que garantice un mejor trato a sus pollos.

“Si la gente supiera cómo trata KFC a los pollos, jamás se comería una alita”, dijo la canadiense ex estrella de Guardianes de la bahía en una carta abierta difundida por el grupo Personas a Favor del Tratamiento Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés).