El libro "Botero, la invención de una estética", escrito por el crítico Santiago Londoño Vélez y considerado el estudio más extenso sobre la vida del pintor y escultor colombiano Fernando Botero, salió este miércoles a la venta.
 
La obra de casi 700 páginas, publicada por Villegas Editores, recoge un trabajo de casi tres décadas de recopilación de datos sobre el artista, explicó el editor del libro, Benjamín Villegas.
 
"Este es el primer estudio extenso y minuciosamente documentado sobre la trayectoria artística de más de medio siglo, del formidable pintor, dibujante y escultor colombiano", señaló Villegas.
 
Añadió que la obra quedó de inmediato al alcance del público en la página web de la casa editorial (www.villegaseditores.com) y "será una pieza fundamental de la bibliografía del arte colombiano y latinoamericano".
 
Londoño, quien le hizo una larga entrevista al artista el año pasado, dijo que el libro explora los antepasados, nacimiento, infancia y juventud del maestro.
 
Además profundiza "las búsquedas juveniles a la luz de múltiples influencias que más tarde se integrarán en torno a la exaltación del volumen, hasta desembocar en la consolidación de una estética propia, cuyo temprano reconocimiento internacional no estuvo de polémicas".
 
Botero nació en 1932 en Medellín (Antioquia, noroeste) y actualmente reside en París, Nueva York y su estudio de Pietrasanta (Italia).
 
Famoso por sus figuras "gordas", el artista dedicó gran parte de su trabajo de los últimos veinte años a elaborar esculturas monumentales en bronce que se han expuesto en avenidas y plazas de París, Nueva York, Madrid, Washington, Lisboa y Florencia.
 
Según el crítico, el libro resume "el proceso de invención de una estética por parte de un pintor antioqueño surgido en condiciones económicas y culturales francamente adversas".
 
Londoño recoge también frases expresadas por Botero en distintas épocas.
 
"No quiero comunicar sentimientos metafísicos. Solo quiero ser un pintor. Quiero ver los temas como pintor, no como comentarista, filósofo o psicoanalista (...) Quiero pintar como si siempre estuviera pintando frutas”, manifestó el pintor y escultor en 1987.
 
El libro finaliza con detalles de la rica colección de más de 200 obras de Botero y de su colección privada de cuadros de grandes maestros mundiales de valor incalculable que el artista donó a su país en 2001.
 
La "Donación Botero" se exhibe hoy en un edificio especial en el centro de Bogotá, bajo el cuidado del central Banco de la República, y otro legado de Botero se instaló en Medellín en el nuevo Museo de Antioquia.