En Guayaquil existen muchos pasos elevados que se construyeron  para nuestra seguridad, pues con la cantidad de vehículos motorizados circulando por la urbe, es un verdadero reto para los peatones cruzar una avenida, como la Veinticinco de Julio, entre otras.

Pero en cada paso elevado hay un peligro aún mayor, ya que en estos podemos observar desde la presencia de mendigos –que convierten esas obras en sus “domicilios”, tomándolos como “dormitorios, comedores y letrinas”– hasta delincuentes que aprovechan la falta de vigilancia policial para cometer sus fechorías.

Está por demás hacer un llamado a las autoridades correspondientes para que pongan fin a este problema  lo más pronto posible.
David Richards Silva
Guayaquil