El Gobierno federal anunció este miércoles que suspenderá sus actividades mañana, jueves, ante la inminente llegada del huracán "Isabel" que ha impulsado a los estados de Virginia, Maryland y Carolina del Norte a declarar el estado de emergencia.
 
Las actividades también fueron suspendidas por la mayoría de los comités del Congreso y por el gobierno del Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, la capital de EE.UU.
 
Fuentes del Gobierno federal y el de Washington señalaron que todos sus trabajadores estarán autorizados para tomar asueto, excepto los empleados esenciales.
 
Las autoridades de educación de Washington y de los condados vecinos en los estados de Maryland y Virginia anunciaron la suspensión de las actividades escolares hasta la próxima semana.
 
El Departamento de Transporte informó de que, para evitar la alteración del mínimo de actividades en la región, ha puesto en alerta a sus servicios de emergencia.
 
Un comunicado oficial indicó que los grupos de emergencia estarán listos para acudir a puntos cruciales en caminos, aeropuertos y vías ferroviarias.
 
Esas labores se realizarán en coordinación con las Fuerzas Armadas para tareas especiales de rescate y para evaluar las necesidades de ayuda de emergencia.
 
El anuncio de las cancelaciones y tareas especiales ante la proximidad del huracán "Isabel" se hizo después de informarse de que serán suspendidos los servicios ferroviarios al sur de Washington.
 
Las líneas aéreas que operan en los tres principales aeropuertos de la región indicaron que, de momento, no han tomado una decisión, pero no descartaron la posibilidad de suspender sus operaciones.
 
"Ningún vuelo ha sido cancelado en estos momentos a causa de la tormenta", informó la compañía US Airways en un comunicado.
 
Lo que sí han hecho las empresas del sector ha sido permitir a los pasajeros que habían comprado billetes para estas fechas cambiarlos sin ser objeto de una penalización económica.
 
La compañía ferroviaria Amtrak anunció que canceló para mañana, jueves, varias líneas de pasajeros, incluida la concurrida ruta que enlaza la costa noreste estadounidense con Miami (Florida), y que ha modificado los horarios en las conexiones con Nueva York y Boston.
 
Amtrak puso en alerta a su personal de emergencia para que haga frente a posibles daños en el tendido eléctrico y a la caída de objetos derribados por el viento sobre las líneas ferroviarias.
 
En la capital, las autoridades del sistema metropolitano de transportes anunciaron que los autobuses no circularán el jueves y que se suspenderán los tramos por superficie de la red de metro si las rachas de viento superan los 70 kilómetros por hora.
 
La Agencia Federal de Aviación (FAA) hará un seguimiento especial de los vuelos en la franja costera desde Nueva York hasta la Florida y pondrá en marcha un programa especial de coordinación con los sistemas y torres de control para supervisar la situación.
 
A las 21h00 GMT, el centro de "Isabel" se localizaba cerca de los 31,1 grados latitud norte y los 73,3 grados longitud oeste, es decir, a 504 kilómetros (315 millas) al sur-sureste de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte.
 
"Isabel" se traslada hacia el norte-noroeste a casi 22,4 kilómetros (14 millas por hora) y se espera que incremente su velocidad antes de tocar tierra.
 
De continuar con esta trayectoria, se espera que el centro del huracán toque tierra mañana, jueves, en el este de Carolina del Norte, aunque el momento preciso y la localidad exacta no están claros.
 
"El momento y el lugar dónde impactará son inciertos. Todas las condiciones se deteriorarán sobre una gran área antes de que el centro alcance la costa", advirtió el CNH en su boletín.
 
"Isabel" mantiene sus vientos máximos sostenidos en 168 kilómetros por hora, lo que lo mantiene como un huracán de categoría dos en la escala de intensidad Saffir-Simpson, que va del 1 al 5.
 
Sus vientos con fuerza de huracán se extendían a 174 kilómetros (115 millas) de su centro y los de fuerza de tormenta tropical en un radio de 504 kilómetros (315 millas).