La Unión Europea (UE) advirtió este lunes que el fracaso de las conversaciones sobre comercio global en Cancún son un duro golpe tanto para los países ricos como pobres.

El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, acusó a la Organización Mundial de Comercio (OMC) de mantener "prácticas medievales", pero dijo que las negociaciones deben continuar en la sede de la OMC en Ginebra.

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Por su parte, el presidente de la Comisión Europea -el brazo ejecutivo de la UE-, Romano Prodi, llamó la atención sobre el papel del llamado G-20 Plus (conocido también como G-21), el grupo que durante la cumbre hizo valer sus exigencias contra los subsidios agrícolas, la principal traba en las negociaciones.

"El G-21 está muy unido y aumentando su influencia en la política mundial. Ellos son los ganadores reales de Cancún, de ese forcejeo causado por las difíciles reglas de la OMC".

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Prodi añadió: "Debemos aceptar las consecuencias de ello y pensar cómo podemos cambiar el comercio mundial. Tenemos que sentarnos cada vez más a la mesa de negociaciones con ese nuevo protagonista".

El G-20 Plus es una agrupación de reciente creación, integrada por algunos de los países en vías de desarrollo con mayor influencia dentro de la OMC, entre ellos India, China, Sudáfrica y Brasil.

Entre tanto, representantes de la socialdemocracia europea afirmaron que el fracaso del diálogo en Cancún no es del todo desalentador, porque las naciones pobres, especialmente las de África y Asia, se mostraron más confiadas y firmes.

Decepción

A pesar de la virtual satisfacción por la muestra de fuerza del G-20 Plus, los observadores señalaron que también hubo decepción entre los países en desarrollo.

Éstos querían un acuerdo para que Estados Unidos y Europa dejaran de otorgar subsidios a sus agricultores, una práctica que ha creado una trampa de pobreza para los campesinos de los países pobres, que no pueden competir con sus cosechas en los mercados internacionales.

El punto final de desacuerdo se alcanzó ante la insistencia de algunos países industrializados en poner sobre la mesa los llamados temas de Singapur que, entre otras cuestiones, contemplan nuevas reglas para los inversores extranjeros.

"Se acabó", dijo el representante de Kenia George Odour Ong wen, el primer delegado en abandonar la reunión ante el estancamiento de las negociaciones.

El ministro de Comercio de malasia, Rafidah Aziz, afirmó que los países en desarrollo dejaron en claro que ya no es posible dictarles políticas.

Pero, al mismo tiempo, los analistas advirtieron que ahora parece más difícil cumplir con el plazo de enero de 2005 para alcanzar un nuevo acuerdo para eliminar las barreras en el comercio mundial.