Necesito un diagnóstico preciso sobre mi manera de ser. Un amigo me calificó como una persona conflictiva, inconforme y problemática. Hace varias aseveraciones de acuerdo a la forma como reacciono ante situaciones que considero inoperantes. En una ocasión salimos a comer y el mesero trajo un plato distinto del solicitado, situación que me molestó. Le sugerí que cambiara los cubiertos porque estaban algo sucios y me contestó que no lo estaban y que no veía la necesidad de cambiarlos. En otra ocasión, me mandé a confeccionar un traje en una sastrería y le indiqué al sastre el modelo requerido, el cual era de corte clásico con pequeñas modificaciones. Me dijo que vuelva el mismo día del compromiso social, pero como siempre digo “algo puede pasar”, estuve un par de días antes. Resulta que el pantalón estaba ancho y largo. Expresé mi descontento y con voz pausada el sastre me dijo que así trabajaban los trajes, a lo que respondí que si yo estaba pagando un precio por el producto, él debía hacerlo conforme lo pactado. Pregunto: ¿acaso este comportamiento conflictivo o cualquiera de los expuestos es digno del diván de Freud?  Yo también trabajo con clientes y jamás les miento acerca de los beneficios que ellos aspiran a obtener, eso es ser honesto.
EGV,
Guayaquil