El escritor guatemalteco Mario Monteforte Toledo murió a causa de una insuficiencia cardiaca a los 92 años de edad, según informaron sus familiares.

Considerado como el segundo novelista más importante de su país (después del Nóbel Miguel Ángel Asturias) Monteforte se desempeño además en la vida pública, como presidente del Congreso de Guatemala y vice presidente de la República durante el gobierno de Juan José Arévalo.

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Su sucesor, el presidente socialista Jacobo Arbenz, lo nombró embajador ante Naciones Unidas en 1951, pero después del golpe de estado de 1954, Monteforte Toledo salió de Guatemala para vivir en el exilio.

Para entonces ya había publicado una de sus más conocidas novelas, "En donde acaban los caminos". Antes de morir, se encontraba supervisando la post-producción de una película basada en esa obra.

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Lo agridulce del retorno

Sus años en el exilio los pasó en Francia, Inglaterra, Ecuador, Estados Unidos y -principalmente- México.

Fue entonces que publicó varias de sus aclamadas novelas, entre ellas "La cueva sin quietud", y colecciones como "Cuentos de derrota y esperanza".

Después de más de tres décadas y media, regresó a Guatemala. En una entrevista hecha por Edward Hood, de Northern Arizona University, el escritor respondió con una frase que se volvió famosa a la pregunta de "¿qué es lo peor del exilio?": "El retorno, y encontrar que las mujeres que uno ama son abuelas o ya aman a otro".

Abogado y sociólogo, el novelista y dramaturgo deja once novelas, cinco volúmenes y una antología de cuentos, otra de obras de teatro, 18 tratados de sociología política, ensayos sobre cultura general, artes plásticas y miles de artículos publicados en diversos periódicos.

Su trabajo le mereció condecoraciones como la Águila Azteca de México y la Gran Cruz de Ecuador.