La seguridad en la residencia del consejero de República Dominicana, Juan Belén, donde se encuentra de huésped diplomático el ex presidente de la República Gustavo Noboa fue redoblada anoche.

A las 20h30 llegó el jefe de Seguridad Metropolitana, general Carlos Calahorrano, y desde ese momento se incrementó la vigilancia a tres patrulleros y doce policías en los bajos del edificio El Escorial donde está Noboa.

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A las 19h30 se retiró a su domicilio el secretario de prensa de Noboa, Óscar Zuloaga. A las 18h30 llegó el diputado Antonio Posso (Pachakutik), quien dijo no estar sorprendido por la orden de prisión en contra de Noboa, emitida por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, “ya que los tres magistrados (Gonzalo Zambrano, Eduardo Brito y Carlos Riofrío) son socialcristianos”.

Horas antes llegó Mauricio Dávalos, ex ministro de Agricultura, quien declaró a la prensa que el embajador de República Dominicana, Norman Ferreira, mantuvo una conversación con Noboa, informándole que ya era oficial que se le había concedido el asilo político.

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Dávalos señaló que, según el embajador dominicano, el pronunciamiento de la Primera Sala de lo Penal de la CSJ en nada influiría el otorgamiento del salvoconducto, ya que “la persecución de Noboa se concentra en el Ministerio Público, en un partido y no en la Corte”.

Pasadas las 13h00, más patrullas y agentes de seguridad revisaban todos los vehículos con vidrios polarizados que salían del subsuelo.

Lourdes Luque, ex ministra de Ambiente, también visitó a Noboa. “He venido a saludarlo”, indicó a la prensa.

Gustavo Noboa, quien cumple hoy 16 días como huésped en la casa del consejero dominicano Belén, recibió a un fotógrafo.

“A mí tan solo me llamaron”, dijo Rodrigo Córdova, mientras portaba cuidadosamente su cámara fotográfica para quizás hacer las últimas tomas en el país al ex mandatario.