El estudio de cine Warner Bros develó el jueves una unidad cinematográfica muy esperada, para hacer y distribuir películas de estilo independiente, o cine arte, bajo la dirección del ex ejecutivo de Miramax Films, Mark Gill.
 
La nueva unidad, que será denominada Warner Independent Films, dará a Warner una variedad de filmes para hacer y distribuir, desde películas de bajo presupuesto que exhiben en festivales hasta las de gran presupuesto como la reciente "Matrix".
 
"Hemos notado desde hace mucho tiempo que para ser verdaderamente un estudio de servicio completo, necesitamos producir, distribuir y mercadear todo género de filmes, con presupuestos de todo tamaño para todo tipo de público", dijeron los principales jefes de estudio de Warner Bros., Barry Meyer y Alan Horn.
 
Asimismo, la medida debe poner a Warner Bros en la búsqueda de los principales premios de Hollywood, los Oscar, que en los últimos años han sido una arena para los estudios fílmicos  independientes.
 
Warner, filial de AOL Time Warner Inc AOL.N, es el último de los grandes estudios de Hollywood en crear dicha división. Walt Disney Co. DIS.N tiene a Miramax y Twentieth Century Fox, filial de Fox Entertainment Group Inc FOX.N, de News Corp LtdNCP.AX, tiene a Fox Searchlight, para nombrar a sólo dos.
 
Inicialmente, el nuevo estudio de Warner producirá o adquirirá hasta 10 filmes al año, con presupuestos de hasta 20 millones de dólares. Gill dijo que es probable que Warner Independent estrene su primera película en la próxima primavera boreal, tras haber empleado un personal completo.
 
Gill, cuyo título será de presidente de Warner Independent Films, se une a la compañía procedente de la productora independiente Stratus Film Co., donde trabajó después de haber salido de Miramax en el 2002.
 
Normalmente, la producción de una película independiente puede costar unos cuantos millones de dólares. Si se hace un buen mercadeo, una buena película de este tipo puede ser una gran generadora de ingresos, como lo fue la sensación del 2002 "Casamiento griego".
 
La producción del filme costó cinco millones de dólares y recaudó un total de 240 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá.
 
"Hay espacio suficiente para las buenas películas, pero definitivamente no hay espacio para las malas películas", dijo Gill.