Once personas murieron en los seis últimos días como consecuencia del intenso calor que se registra en la región de Andalucía, sur de España, mientras en la vecina Extremadura continuaban las evacuaciones de residentes a causa de los incendios forestales, informaron autoridades.
Las últimas víctimas del calor andaluz fueron dos mujeres de 85 y 86 años que se encontraban hospitalizadas en Córdoba, otra anciana de 85 años hospitalizada en Sevilla, y un hombre de mediana edad en Madrid, dijeron las autoridades sin entrar en detalles.
"Estas pacientes padecían enfermedades crónicas de base que se vieron agravadas debido a las altas temperaturas", dijo la Junta o gobierno regional de Andalucía en un comunicado, añadiendo que otros cuatro pacientes permanecían ingresados en estado grave en hospitales de Sevilla, Córdoba y Huelva tras haber sufrido un golpe de calor.
Entretanto, 11 incendios continuaban el martes activos en Extremadura, aunque cinco de ellos ya estaban bajo control.
El pueblo de Casas de Millán tuvo que ser evacuado ante la proximidad de uno de los incendios declarados el pasado fin de semana.
Respecto al incendio de Valencia de Alcántara, que ha tenido en vilo desde el fin de semana a unos 8.000 habitantes de la zona de Extremadura próxima a Portugal, el gobierno regional dijo ayer que ya no existían riesgo para la población.
En la región de Extremadura ya han sido extinguidos diez incendios.
Los incendios que asediaban el lunes las provincias de Huelva y Ávila quedaron prácticamente controlados, a pesar de que el segundo se extendió a la provincia de Salamanca, donde tuvo que ser desalojado el municipio de El Tejado, informaron las autoridades.
En el vecino Portugal, los peores incendios forestales registrados en el país en una generación han acabado con la vida de dos personas más, elevando a 11 el balance de muertos en una semana.
Las elevadas temperaturas pusieron el suministro eléctrico bajo presión en Italia y también amenazaban a Francia, donde se registran temperaturas récord y cientos de bomberos luchan por contener las llamas cerca del pintoresco pueblo Gorges du Tarn, en el sur del país.