Fue el guionista y director Larry Cohen (creador de series como Los Invasores y un reconocido maestro del cine clase B) el primero en intentar concretar la idea concebida por Alfred Hitchcock: un hombre queda atrapado en una cabina telefónica y no puede escapar de ella. El dilema era, cómo hacer que el protagonista de la historia se viera obligado a permanecer durante noventa minutos encerrado en un espacio tan reducido.