El papa Juan Pablo II exhortó el pasado domingo a los católicos europeos a movilizarse para evitar el avance del ateísmo y del agnosticismo en Europa.
“Un sentimiento religioso vago y sin obligaciones se está propagando por Europa y puede hacer la cama al agnosticismo y al ateísmo”, advirtió antes de la oración del ángelus ante unos 3.000 peregrinos en su residencia de verano en Castelgandolfo, cerca de Roma, adonde se retiró el 10 de junio para descansar.
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Lamentó el descenso de la afluencia a las iglesias y la falta de conocimientos sobre la Biblia, “poco leída y estudiada”.
Juan Pablo II lamentó varias veces la ausencia de referencias al cristianismo en el proyecto de Constitución de la Unión Europea (UE) ampliada a 25 miembros.
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Los dirigentes de cuatro países muy católicos de la nueva Europa –Italia, España, Irlanda y Polonia– se movilizaron para intentar incluir esa referencia.
Silvio Berlusconi, el jefe del gobierno italiano que preside la UE, se comprometió a hacer todo lo que estuviera en su mano para modificar en ese sentido la introducción del proyecto de Constitución.
El Papa tiene previsto regresar al Vaticano a finales de agosto.