Un grupo de 50 militares españoles salió este sábado de Santiago de Compostela (noroeste) a bordo de un avión Hércules con destino a Iraq, indicaron fuentes aeroportuarias.
Estos militares forman parte del contingente español de cerca de 1.300 soldados que será desplegado en las provincias meridionales iraquíes de Qadissieh y Nadjaf, en el seno de la división que estará bajo mando polaco.
El miércoles anterior 60 militares españoles habían sido despachados a Iraq con la misión de preparar el terreno para la llegada progresiva, durante el mes de julio y agosto, del contingente español cuyo mandato terminará el 30 de diciembre.
Los militares españoles que viajaron este sábado, y que harán escala en Kuwait, pertenecen a la fuerza de acción rápida de la brigada aerotransportada (Brilat) basada en Figueirido (provincia de Pontevedra, noroeste).
A los soldados españoles se sumarán 1.100 militares de América Central que conformarán juntos la brigada hispano-centroaméricana "Plus ultra" bajo mando polaco.
Esta brigada tiene oficialmente por misión "estabilizar" la situación y participar en la reconstrucción de Iraq en las provincias meridionales de Qadissieh y Nadjaf.
La partida de los militares ha estado rodeada de una polémica en España provocada por la presencia de la cruz de Santiago, símbolo de la Reconquista española sobre los árabes, en el escudo que cada soldado llevará en Iraq sobre su uniforme, a la altura del brazo.
En un editorial el diario madrileño El Mundo estimó que "habría sido difícil escoger un símbolo más ofensivo para la población chiíta que la cruz. Aún más cuando se trata de la cruz de Santiago con todas sus connotaciones de guerra contra los árabes".
El gobierno conservador de José María Aznar apoyó sin reservas la intervención militar anglo-norteamericana en Iraq.