Opina que en el cine independiente están las mejores historias. Se experimenta más, por eso lo prefiere.

Conoció el guión de la película Crónicas, del ecuatoriano  Sebastián Cordero, por intermedio del cineasta mexicano Alfonso Cuarón, el director de Y tu mamá también. “Es lo mejor que he leído en mucho tiempo. Enseguida dije yo quiero hacer esta película”, comenta en un español con acento norteamericano el actor colombiano John Leguizamo, uno de los protagonistas del filme que el realizador ecuatoriano rueda en Pascuales.

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De 39 años, que los cumplirá el próximo 22 de julio, casado y padre de dos niños, Leguizamo es uno de los actores latinos más destacados en Estados Unidos. Trabajó en Broadway, donde fue el actor mejor pagado, y en más de veinte películas, entre las que se encuentran    Spawn, Romeo y Julieta, Moulin Rouge, Empire y  otras, junto a estrellas como Leonardo Di Caprio y Nicole Kidman, de quien dice es mucho más guapa en persona que en el cine.

Ha filmado a las órdenes de directores como Brian de Palma y Spike Lee y ahora con Cordero, en lo que es su primer proyecto en español. Dice que esta película, en la que trabaja junto a la española Leonor Watling, los mexicanos José María Yazpik y Demián Alcázar  y un elenco de actores ecuatorianos, es importante porque podría significar una puerta para los artistas locales, ser, por ejemplo, lo que en su momento fue Amores perros para México.

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De Ecuador le gusta el talento de su gente. “Es increíble. Con menos hacen igual. Crónicas es una cinta de dos millones de dólares. Moulin Rouge fue de 40. Y en Crónicas hay igual esfuerzo, igual inteligencia”, dice. Destaca el ambiente fraterno en el cual se trabaja. Y señala que eso tiene que ver con Cordero, al que califica de generoso. “Todos nos ayudamos. El mejor trabajo es en el que todos colaboran”.

De los actores nacionales recuerda el nombre de Henry Layana y una escena que filmó el pasado martes, cuando matan a un hijo, “es increíble, a uno se le paran los pelos”. A Babahoyo, una de las locaciones donde se rodará el filme, la califica igualmente de increíble. De la capital riosense visitó los barrios marginales.  “Eso lo que muestra es como la gente quiere sobrevivir. No tienen nada y hacen mucho y eso me da ánimos. Entré a las casas y la gente es muy amable”.

Para Leguizamo, quien nació en Colombia y se fue a los Estados Unidos con su familia cuando era un niño, llegar a Ecuador es como estar cerca de casa. Su papá, quien reside en Nueva York, está casado con una guayaquileña, cuyo nombre es Rosa Mata.

 A su país de origen va poco. Su ritmo de trabajo se lo impide y también el  miedo, revela. Pero se siente muy latino, aunque hable en inglés y le cueste   algo de esfuerzo comunicarse con fluidez  en la lengua de Cervantes.  “La gente latina para mí es mi gente”, refiere. Le encanta el vallenato, la salsa y el merengue y las caderas de Shakira.

 Ahora está ensayando el español (“quiero aclimarme”, dice)  para su papel en Crónicas, donde encarna a un periodista sensacionalista que viene al país a cubrir el caso de un asesino de niños. Para él, la cinta es un estudio sobre la  ética.

Leguizamo se irá hoy a  Estados Unidos a promocionar un filme. Luego arribará otra vez al país, para quedarse hasta el final del rodaje, que será el 30 de agosto. “Después me voy a los Galápagos”.  Su esposa y sus niños vendrán también. Desea que ellos aprendan más el español.

ESCENAS
PARA GUSTAR

Dice que la gente espera que una película del cine independiente sea mejor que las de Hollywood y para ello debe tener un buen guión. “La gente quiere que no sea una fórmula, la gente siente cuando una cinta es solo un producto”.

ENTRE GUIONES
El actor lee muchos guiones y obras de teatro, por lo cual, afirma, no le queda tiempo para otro tipo de lecturas. Una vez intentó leer a García Márquez en español, pero no avanzó.