El suministro incontrolado de medicinas para combatir el sida en el mundo en vías de desarrollo amenaza con acelerar el desarrollo de variantes del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) resistentes a las drogas.
Esa es la conclusión de un estudio del Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, publicado por el British Medical Journal (BMJ).
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El estudio urge a los gobiernos y agencias internacionales a lidiar con el problema inmediatamente.
La investigación muestra como la prescripción incontrolada de tratamientos con fármacos anti-retrovirales es generalizada y está en aumento, según datos provenientes de África y Asia.
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El lugares donde el sector público no puede o no quiere proveer las sustancias, los pacientes que pueden pagarlas las consiguen en cualquier sitio -con doctores, en farmacias, mercados o de familiares en el extranjero.
Dosis erróneas
El autor de la investigación, Ruairi Brugha, asegura que a menudo los pacientes no siguen los tratamientos de la manera indicada.
"Esas medicinas no se usan correctamente. Por ejemplo, la monoterapia -administrar solamente una sustancia anti-retroviral- es definitivamente un error. Y encontramos evidencia de que sucede tanto en Zimbabue como Uganda, y estoy seguro de que ocurre en otros países también".
Brugha se enteró además que en algunos lugares, los pacientes cambian de medicamentos frecuentemente, toman las dosis equivocadas o suspenden el tratamiento cuando no pueden pagarlo.
Esas son precisamente las condiciones ideales para que el virus desarrolle resistencia a los fármacos.
Incluso con los rígidos modelos de tratamientos que se siguen en el primer mundo, el VIH se está volviendo resistente a anti-retrovirales conocidos -y este estudio advierte que ni los gobiernos ni las autoridades de salud pueden darse el lujo de esperar a que emerja una variante más peligrosa en el mundo en desarrollo.
Los doctores y las clínicas necesitan instrucciones sobre el tratamiento, dicen los expertos, el abastecimiento de las medicinas debe ser estable y el sector público tiene que proveer efectivamente los servicios que la gente quiere.
Una portavoz del programa de la ONU contra el Sida, Onusida, confirmó que el problema es serio y que necesita solucionarse pronto.