El actor estadounidense Gregory Peck, quien murió la madrugada del jueves a los 87 años, fue catapultado al firmamento de las grandes estrellas de Hollywood, gracias a su participación en más de 50 películas.
"Demostraba la simplicidad de un gran hombre y la grandeza de un hombre simple", dijo una vez la actriz Audrey Hepbrun. "El actor más auténtico de nuestros tiempos", agregó.
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El propio Peck indicó que "el nombre del juego es entretener -nunca aburrir- y hacerlo bien, con experiencia, precisión y profesionalismo".
Peck nació bajo el nombre de Eldred Gregory Peck en la ciudad californiana de La Jolla, cerca de San Diego, el 5 de abril de 1916. Para complacer a su padre, un farmacéutico de origen irlandés, estudió medicina en la Universidad de California en Berkley.
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El director teatral de la universidad le puso el ojo al atlético y alto Peck y le pidió para que interpretara un rol en una obra de la institución.
Peck terminó actuando en cinco piezas en su último año universitario y se fue tan rápido a Nueva York que le tuvieron que enviar vía correo su diploma.
En 1942, debutó en Broadway y las críticas a su interpretación llamaron la atención de Hollywood que en ese entonces buscaba jóvenes talentos para remplazar a los actores más veteranos.
Sus primeras películas no fueron muy exitosas, pero "Las llaves del Reino", en la que interpretó a un sacerdote que trabajaba en China, llamó mucho la atención de los expertos.
Pronto se convirtió en el centro de atención y varios de los mejores productores y directores de Hollywood lo convocaron para participar en sus películas.
Alfred Hitchcock y David Selznick le dieron un rol junto a Ingrid Bergman en "Spellbound" (1945), donde interpretó a una amnésico que cometía un asesinato, y en "Duel in the Sun" (1947) con Jennifer Jones.
En 44 años de carrera, realizó más de 50 películas con varias "divas" de la gran pantalla, incluyendo a Ava Gardner en "The Snows of Kilimanjaro", Sophia Loren en "Arabesque", Audrey Hepburn en "Roman Holiday" y Lauren Bacall en "Designing Women."
También interpretó al capitán Ahab en "Moby Dick," dirigida por John Huston, pero fue gracias a su actuación como un abogado que defendía a un hombre negro acusado erróneamente en "To Kill a Mockingbird" ("Matar a un Ruiseño") que ganó un Oscar al mejor actor en 1962.
Su última gran participación en una película fue en el rol de Luis Puenzo con Jane Fonda en "Gringo Viejo" -basada en la novela homónima de Carlos Fuentes-, aunque en 1991 apareció en la nueva versión de "Cabo de Miedo", de Martin Scorsese.
Más allá de su carrera actoral, Peck se involucró en varias causas liberales y fue citado como posible candidato demócrata para gobernador de California. También fue uno de los fundadores del Instituto de Cine estadounidense.
Entre 1967 y 1970, fue presidente de la Academia de Artes y Ciencias, que entrega los premios Oscar.
Luego de un primer matrimonio en 1942, Peck se casó nuevamente en 1956 con Véronique Passani, una periodista francesa que en lo entrevistó en Roma en 1953. Gregory Peck tenía cuatro hijos, uno de los cuales murió.
"No estoy obsesionado con mi edad y no pienso en mi muerte. Estoy al tanto de que es otoño. Pero no me molesta. Sólo hago las cosas que realmente disfruto", dijo hace varios años.
"Amo mi trabajo, a mi esposa, a mis hijos y a mis amigos. Me digo que soy un hombre con suerte, un hombre muy afortunado".