Las bromas de mal gusto han existido desde hace mucho tiempo. Y, en un medio de comunicación tan eficaz como internet, ciertas leyendas o inocentadas hacen presa fácil hasta a los más incrédulos.
En 1938, en pleno halloween (31 de octubre), a las 20h00, en uno de los informativos de la emisora CBS se informó acerca de una invasión de platillos volantes procedentes de Marte. Se trataba de una representación de radioteatro, dirigida y realizada por Orson Welles en una adaptación de la obra maestra La guerra de los mundos, de Herbert G. Wells, escrita en 1898. Las prolijas descripciones provocaron tanto pánico general que mucha gente abandonó sus hogares y pertenencias y se alejó de Nueva York.
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La CBS se disculpó públicamente porque no se imaginó las reacciones que ocasionaría y atendió todas las demandas judiciales. Luego de este acontecimiento la radio obtuvo mayor audiencia y nuevos patrocinadores. Antes de este hecho tenía una dura competencia con otras radios.
El 12 de febrero de 1949 se hizo la misma dramatización en Ecuador. Las consecuencias: seis personas murieron por la muchedumbre que incendió las emisoras Últimas Noticias, Radio Quito y diario El Comercio, al saber que no eran reales las transmisiones sobre la invasión de los marcianos.
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Eventos similares siguen ocurriendo hoy en día. Una de las formas más fáciles de expandir estas bromas es por internet, donde nacen las leyendas urbanas cibernéticas. Son e-mails que contienen rumores o testimonios ficticios, historias inventadas pero que van de la mano por lo general con una noticia de actualidad, y muchas veces no tienen –aparentemente– ningún objetivo específico, además de divertir a sus creadores con la idea de que miles de crédulos están aterrorizados por sus historias.
Un ejemplo, el caso de los bonsái kittens (gatitos bonsái). Una página web (www.bonsaikitten.com) “vendía” gatitos encerrados en recipientes de vidrio, con una terrible descripción de cómo el gatito crecería y sus huesos se acomodarían a la forma del recipiente y de cómo sería alimentado usando un tubo para el efecto.
Luego circuló un e-mail que censuraba este tipo de actividad, y pedían visitar la página y avisar a los conocidos sobre este repugnante hecho; esta información recorrió el mundo entero, fundaciones defensoras de los animales empezaron campañas de denuncias, los amantes de los animales también protestaron.
Pero en realidad, los bonsái kittens fueron simplemente una broma bien elaborada. Era un proyecto de estudiantes del MIT (Massachusetts Institute of Technology) desarrollado como una travesura para satirizar cómo el ser humano ve la naturaleza como una mercancía. Incluso, el FBI investigó si hubo o no abuso animal, pero no encontró prueba de aquello.
Asimismo, durante el último conflicto en Irak se generaron varias bromas que se distribuyeron emails como el que decía "no tomes Coca Cola ni Pepsi" el cual contaba una historia en la que supuestamente un agente secreto sabía el porqué Sadam no contraatacaba a las fuerzas de la coalición, alegando lo que decía Saddam a Bush, sobre que vería a los niños de su país caer uno a uno , lo haría contaminando las plantas de las famosas bebidas en todo el mundo, claro que esto fue negado por las autoridades de cada empresa, tanto así que Coca Cola, creó una página en su sitio web desmintiéndolo:
http://www2.coca-cola.com/contactus/myths_rumors/middle_east_grocery.html
Estas bromas cibernéticas tienen entre sus objetivos lograr que el mensaje se reenvíe y se generen cadenas enteras, para alimentar las bases de datos de los interesados con e-mails de nuevos usuarios. Esta información luego se utiliza para campañas de spams (correos electrónicos no deseados con información publicitaria).
Para evitar que los mentores de estas bromas utilicen su e-mail, al reenviar sus correos a muchas personas ingrese las direcciones en el campo Copia Oculta (CCO), así no expone las direcciones de sus conocidos a que las usen para los spams.
Por: José Darío Maldonado / 30-mayo-2003