Los mayores incidentes se dieron entre socialcristianos y diputados de Pachakutik.

En medio de gritos, insultos y empujones concluyó ayer el debate sobre la denuncia de un supuesto perjuicio de 8.942 millones de dólares en la operación de canje de bonos de la deuda externa, realizada por el diputado del Partido Social Cristiano, León Febres-Cordero.

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La sesión se instaló a las 09h50. Los diputados resolvieron remitir a la Comisión de Fiscalización y al Ministerio Público la denuncia para la investigación. En el debate reclamaron a Febres-Cordero que revele los nombres de los beneficiarios del supuesto perjuicio al Estado y advirtieron que iniciarán un juicio político en contra de Gustavo Noboa, por haber incurrido en la figura de peculado.

La sesión subió de tono con la intervención del diputado independiente, Vicente Olmedo, cuando reclamó que el país debe conocer quiénes estuvieron detrás del atraco en Filanbanco y quiénes salieron a los balcones a defender al ex banquero Fernando Aspiazu. Seguidamente aclaró que nunca fue a El Cortijo a buscar a León Febres-Cordero, como lo afirmó hace meses el diputado alterno, Javier Sandoval.

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Eso exacerbó a Alfredo Serrano (PSC), quien gritó a Olmedo que no ofendiera al bloque y si “está enamorado de Sandoval que lo solucione entre los dos”. En la sala se escucharon carcajadas y Olmedo dijo: “Presidente, no he mencionado a ese diputado, quien primero debe aclarar si ganó legalmente las elecciones en Galápagos”.

Durante casi toda la sesión, los socialcristianos interrumpieron el debate. Cuando intervenía Rodrigo García (Pachakutik), la diputada Cynthia Viteri pidió punto de orden para reclamar que García se remitiera al tema de debate y no ofendiera al PSC.

Esa acción molestó a Salvador Quishpe (Pachakutik), quien se levantó de la curul y gritó: “¡Basta de servilismo, grupo de pandilleros!” dirigiéndose a los socialcristianos. El diputado Clemente Vásquez respondió con insultos y se dirigió a la curul de Quishpe, seguido de todos los legisladores de ese partido excepto Febres-Cordero, quien permaneció sentado.

Se escucharon gritos desde el bloque del PSC que decían: “¡Mírenlo a ese indio que está drogado con ayahuasca, ese indio ignorante!”. Entre empujones el diputado Alfonso Harb se abrió camino, quitó el sombrero de la cabeza de Quishpe y lo colocó en el suelo, en medio de la mofa de diputados y asesores.
La escolta tuvo que actuar para calmar los ánimos. Tomó la palabra el diputado Febres-Cordero para calificar de “energúmeno con poncho” a Salvador Quishpe. Eso motivó que a la sala nuevamente regresaran los gritos desde Pachakutik, MPD y el PRE que reclamaban al titular de la legislatura que hiciera respetar a los diputados.

El diputado Wilfrido Lucero intervino para apaciguar los ánimos y se agilitó la aprobación de la resolución con 75 votos a favor de 79 presentes; con esa decisión se clausuró la sesión. Eran las 13h15.