El ex presidente estadounidense George Bush se reunió este martes con el mandatario mexicano, Vicente Fox, a quien reiteró la amistad de Estados Unidos con el país latinoamericano tras la distancia generada por la guerra en Iraq.

 

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Bush llegó poco después del mediodía al aeropuerto de Toluca, a 66 kilómetros al oeste de Ciudad de México, y luego se dirigió a la residencia oficial de Los Pinos en la capital, donde se encontró con Fox.

 

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Según el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, Bush no actuó como correo de su hijo, el presidente George W. Bush.

 

"El ex presidente no es mensajero del presidente Bush, lo que nos dejó muy claro es que (...) la amistad que sentía el presidente Bush continuaba firme en la relación con nosotros", dijo Derbez a periodistas tras salir de la reunión de unos 45 minutos en Los Pinos.

 

Analistas mexicanos vieron la visita del ex presidente Bush como un emisario de su hijo para reanudar los contactos de alto nivel entre ambos gobiernos tras la visita de Derbez a Washington la semana pasada.

 

El canciller dijo que Fox y el presidente George W. Bush se reunirán "seguramente" en noviembre en México en el marco de una reunión extraordinaria de la Cumbre de las Américas y que sostendrán un encuentro informal en la reunión del Grupo de los Ocho (G8) a inicios de junio en Francia.

 

México molestó a su poderoso vecino y principal socio comercial al oponerse a la invasión de Iraq, que lideró Estados Unidos y que terminó con la caída del régimen del presidente Saddam Hussein.

 

La reunión con el padre del presidente de Estados Unidos, anunciada la semana pasada por Fox, había generado altas expectativas entre analistas y medios de prensa, ya que el mandatario mexicano dijo que el encuentro permitiría superar los roces que generó la negativa de México de apoyar la guerra en Iraq.

 

Washington expresó su decepción por la posición mexicana respecto a Iraq, mandó señales de su malestar con México y provocó temores de un distanciamiento y posibles represalias económicas.

 

Ambos países son socios, junto con Canadá, en el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan), que ha disparado las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.

 

Derbez dijo que durante el encuentro no se abordó el espinoso tema de los emigrantes mexicanos en Estados Unidos y que ambos hablaron sobre la economía de Estados Unidos, la situación en Iraq y del propósito de impulsar la integración de América del Norte.

 

"Platicamos más que de cuestiones migratorias, conversamos sobre la situación desde el punto de vista de la importancia de continuar en esta búsqueda de una relación entre México, Estados Unidos y Canadá que se profundice", señaló Derbez.

 

La semana pasada, el Comité de Relaciones Internacionales de la cámara baja de Estados Unidos provocó fuertes reacciones en México al proponer vincular un pacto migratorio, ansiado por México, a la apertura a la inversión estadounidense en el monopolio petrolero estatal Pemex.

 

Fox rechazó la propuesta y afirmó que "de ninguna manera" México aceptará negociar migración por petróleo.

 

Bush tenía previsto cenar en la noche del martes con empresarios en la ciudad norteña de Monterrey, antes de regresar a Estados Unidos.