Una osa ciega, un lince que anda libre por las calles y un iracundo perro negro que ocupa la jaula de los pájaros, son lo poco que queda en el zoológico de Bagdad, que fue blanco de saqueadores que se robaron 650 animales.
El curador Abdel Salam Musa dijo que no se llevaron las bestias grandes y el puerco espín, pero los pocos que quedan necesitan alimentos.
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Luego de la caída del gobierno de Iraq, Kuwait envió 6,4 toneladas métricas de carne congelada, fruta, vegetales y alimentos para el zoológico.
El grupo Wild Aid entregó a los empleados 10 dólares para darles ánimo. La mayor parte de ellos llevaba dos meses sin cobrar salario.
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Los estadounidenses designaron a Lawrence Anthony, para administrar la institución.