Su nombre significa para sus integrantes una imposición, pero no de normas que contribuyan a dividir al hombre, sino que beneficien a la integración, a la paz, a la solidaridad y al amor. Así es el grupo chileno La Ley, que luego de cuatro años de descanso regresa con un nuevo material que refleja la conservación de sus raíces musicales: el rock que se mezcla con la balada y el pop.
El primer sencillo que presentó en México se denomina Ámate y sálvate. Este habla –según el vocalista de la banda, Beto Cuevas– sobre la esperanza. El título del álbum es Libertad y saldrá a la venta a finales de mayo próximo.
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Este material es el octavo en la carrera discográfica de La Ley, agrupación que nació a fines de la década de 1990. Los fundadores fueron el guitarrista, líder y compositor Andrés Bobe y el tecladista Rodrigo Aboitiz.
Se inició como un dueto que interpretaba covers en bares de Santiago, la capital chilena. Luego ingresó Shía Arbulú que hizo la voz principal y después estuvo Luciano Rojas (bajista) y Mauricio Clavería (baterista). Con la llegada de Luis Alberto Cuevas Olmedo, un fanático de Durán Durán y quien empezó a ser el vocalista, la banda chilena emprendió la travesía al reconocimiento internacional. Con su segundo disco, Doble opuesto, en el que incluyó una versión del tema Angie, de los Rolling Stones, La Ley alcanzó éxito.
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En 1994 Bobe murió en un accidente de moto. El resto de integrantes pensó que La Ley desaparecería, pero no fue así. Demostraron que el talento no era de uno sino de todos. Un año después se presentó el álbum Invisible.
Sus éxitos son Prisioneros de la piel, Aquí, El duelo, Día cero, Fuera de mí, Amor y fe. La mayoría consta en el disco Unplugged de MTV que grabaron en 1998. La Ley, que lo integran Pedro Frugone, Mauricio Clavería y Beto Cuevas y ganó un Grammy, reside en México hace una década. Ese país es su puerta para mantenerse en pie entre sus seguidores.