La ciudad española de Oviedo ha plantado en una de sus calles una estatua del cineasta estadounidense Woody Allen como homenaje a las palabras que éste le dedicó, en octubre pasado, cuando recogió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
El pasado 24 de octubre, en el transcurso de una conferencia de prensa, Allen afirmó que "Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella y peatonal; es como si no perteneciera este mundo, como si no existiera (...) es como un cuento de hadas".
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Estas palabras del director de cine han sido reproducidas en una placa instalada junto a su estatua, que reproduce a Allen caminando por la ciudad, como hizo repetidas veces en su estancia en la ciudad.
La estatua, esculpida en bronce, es obra del artista asturiano Vicente Santarua.
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El 25 de octubre del año pasado, Woody Allen recogió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que le concedió el jurado por su "gran talento creador" y su condición de "hombre clave" en la historia del cine.
Allen afirmó entonces que los paseos que dio por la ciudad fueron una "experiencia maravillosa" y que, aunque echaba de menos la "gigantesca" Nueva York, valoraba la condición "exótica" de la capital asturiana, a la que calificó de "bella, antigua, bonita, limpia y agradable".