No hay que confundir ser narcisista con quererse a sí mismo, advierte el Dr. Sam Vaknin. Una persona presenta una autoestima saludable cuando tiene una visión realista de quién es y se aprecia como tal. Esto incluye la habilidad de enfrentar las críticas negativas de los demás, sin dejarse avasallar. En contraste, el narcisismo es una insensibilidad ante el otro, que en realidad esconde una gran inseguridad que debe ser disimulada con aires de grandeza.

Además de los rasgos obvios (orgullo exagerado, dar excesiva importancia a sus logros, necesidad de reconocimiento social) hay algunos signos más sutiles que presentan los narcisistas, según Vaknin:

Publicidad

Lenguaje corporal arrogante: su postura física implica superioridad. El narcisista mira de frente y a los ojos pero trata de no tener contacto físico con otros. Solo discute con actitud condescendiente.

Tratamiento especial: el narcisista pide tratamientos especiales, no quiere esperar en línea, quiere hablar directamente con las autoridades, que las cosas se hagan según sus términos y se indigna si sus deseos no se cumplen.

Publicidad

Idealización o devaluación: inmediatamente adora o rechaza con vehemencia a la gente. Los narcisistas pueden ser abusivos verbalmente y tener ataques de ira contra quienes los contradicen.

Quiere pertenecer: Ser parte de un grupo es muy importante para estas personas, buscan ser admiradas y al mismo tiempo mantenerse distantes. Nunca aceptan ignorancia en ningún campo, nunca pierden una discusión aunque no tengan la razón.

Egocéntrico: El narcisista siempre se jacta. Su tema preferido de conversación es sobre sí mismo y se aburre al hablar de otros. Se describe como un ser extraordinario y con frecuencia miente y fantasea. Es arribista, tratará siempre de ser amigo de gente influyente.

Seriedad: Un narcisista puede poseer un gran sentido del humor, pero nunca si la broma es sobre él. Se toma a sí mismo muy en serio y cree que sus logros son trascendentes. No importa qué tan carismático sea, no puede caer simpático porque a él no le simpatiza la gente.