El Ecuador tiene serios problemas con los destacamentos militares, ya que cada uno tiene como es lógico los polvorines, peligro en época de paz y de guerra, pero aún, de igual manera o en peor escala resulta con la presencia de las gasolineras, que en tiempos de Assad Bucaram las hizo salir de la ciudad ante el peligro que generaban.
Ahora están a cada cuadra, constituyendo un verdadero riesgo para Guayaquil, ciudad que cada día va mejorando con las obras que la embellecen, como el Malecón 2000, el Malecón del Salado, y la serie de pasos a desniveles que facilitan el tráfico vehicular, y por ello sugiero al Alcalde y al Concejo Cantonal le pongan el nombre de León Febres-Cordero que fue quien inició la gran obra de Guayaquil para los ecuatorianos.
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Falta señor Alcalde, el alcantarillado, claro que sabemos que es responsabilidad del Estado y por ello pienso que usted y el Concejo Cantonal lo deben retomar, para que puedan hacer un alcantarillado como el de Babahoyo, el cual se inundaba con las pequeñas garúas.
Otra catástrofe que va a ocurrir es en la ciudadela El Paraíso, donde el tanque cisterna y una piedra enorme cada día se van deslizando y posiblemente cuando suceda la desgracia, allí se pensará en rectificar o asegurar este problema.
Dr. Fernando Saavedra
Guayaquil
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Con el incendio del submarino Shyri son cuatro los casos graves de emergencias registrados en recintos militares que merecen la preocupación no solo de las Fuerzas Armadas, ni de ciertos políticos con ansias de notoriedad, sino de todos los estamentos relacionados con la protección de vidas y bienes ciudadanos, así como de las instituciones directamente responsables de la seguridad.
No bastará una ley que obligue la reubicación de polvorines, sino de ordenanzas municipales que dispongan la creación de cinturones de amortiguamiento y seguridad donde estén prohibidas las construcciones de viviendas.
Esa medida debería ser válida también para los parques industriales que son objetivos críticos.
Tales cinturones servirían para áreas verdes, parques forestales o espacios de recreación.
Crnel. Guillermo Flores
Guayaquil
Todos conocemos las razones continentales que llevan a nuestros soldados a estar en constante preparación y en maniobras personales o conjuntas en los últimos años y este protagonismo castrense debe conducirnos al cambio de actitudes.
A reconocer el peligro que representan los polvorines, antes remotos pero muy pronto copados por el avance urbano horizontal, como sucursales réplicas del Beaterio, entonces cualquier egreso millonario para reubicarlos y garantizar los distanciamientos podría atribuírseles beneficio social.
A capacitar a las poblaciones involucradas en los corredores de actividad militar en los riesgos derivados de recolectar, ocultar y manipular material olvidado o perdido por sus usuarios; quienes deberían volverse más acuciosos en su recuperación.
Y a prevenir que interpretaciones pasionales contribuyan a crear animadversión hacia nuestra institución armada.
Ing. Agro. César Chávez Onofre
Guayaquil
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