La guerra contra Iraq será quizás más larga de   lo previsto y el establecimiento de un régimen democrático en ese país  demandará un compromiso a largo plazo de Estados Unidos, afirmó este sábado el  presidente George W. Bush.

 

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"Una campaña militar sobre un terreno arduo podría ser más larga y más   difícil de lo que estaba previsto", declaró Bush durante su alocución radial  semanal.

 

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"Ayudar a los iraquíes a crear un país unido, estable y libre, demandará   también nuestro compromiso a largo plazo. Pero sea lo que sea que nos demande,  cumpliremos con el deber que hemos aceptado", afirmó el presidente.

 

"Nuestra causa, que es la de la seguridad de los países que ayudamos y la   paz en el mundo, es justa. Nuestra misión es clara: desarmar a Iraq de sus   armas de destrucción masiva, poner un punto final al apoyo prestado por Saddam  Hussein al terrorismo y liberar al pueblo iraquí", agregó.

 

Bush repitió que los dirigentes iraquíes apostaron tropas y equipos en   zonas civiles "utilizando hombres, mujeres y niños inocentes como escudos".

 

"Quiero que los estadounidenses y el mundo entero sepan que las fuerzas de   nuestra coalición hacen todos los esfuerzos para evitar (bajas) civiles  inocentes", aseguró el presidente.

 

"Nuestra nación entró en esta guerra con reticencia, pero con un objetivo   claro y determinado. El pueblo de Estados Unidos, nuestros amigos y aliados no  vivirán a merced de un régimen fuera de la ley que amenaza la paz con armas de  muerte a gran escala", declaró.


"Ahora que el conflicto comenzó, el único medio de limitar su duración es   ejercer una fuerza decisiva. Esta no será una campaña a medias tintas, es un  combate por la seguridad de nuestro país y la paz mundial y no aceptaremos otro  resultado que la victoria", afirmó.