México vive los días previos a la entrega 75ª de los premios Oscar, que se realizará el próximo domingo en Los Ángeles, EE.UU., con el mismo orgullo y emotividad con que celebra una clasificación a un mundial de fútbol.
Más de 10 mil personas se reunieron la noche del domingo pasado en la plaza del Zócalo, en el corazón de ciudad de México, para ovacionar a la veracruzana Salma Hayek quien está nominada al Oscar en la categoría mejor actriz por la película Frida, que compite por la estatuilla en las categorías: diseño de vestuario, maquillaje, música original, mejor canción y mejor decoración artística y de set.
“Quiero decirles que en momentos difíciles de mi carrera pensé en México. Tenía la ilusión que estuviera orgulloso de mí. Espero que ahora lo esté con la película”, dijo Hayek antes de la proyección de Frida en el Zócalo, como parte del XIX Festival de México.
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“Vine a decir ¡viva México! Se habla mucho de mí, pero somos muchos los que estaremos en los Oscar”, señaló Hayek refiriéndose a las candidaturas de otras dos cintas mexicanas: Y tu mamá también (por mejor guión original de Carlos Cuarón y Alfonso Cuarón) y El crimen del padre Amaro (por mejor película extranjera de Carlos Carrera).
Para la crítica mexicana, la distinción que hizo la Academia de Hollywood al cine nacional reconoce cualidades distintas entre Frida y las otras dos producciones nominadas.
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“La nominación de Y tu mamá también y El crimen del padre Amaro implica el reconocimiento al más audaz cine mexicano en su voluntad por comercializar temáticas y puntos de vista antes relegados a la marginalidad y el olvido”, explica el crítico de cine Carlos Bonfil. “Se superaron viejas fórmulas del costumbrismo y el melodrama identificadas con lo mexicano”.
En el caso de Frida, en la que Hayek encarna a la pintora surrealista Frida Kalho (1907-1954) “Hollywood reconoce a esta una de sus creaciones y el encomiable empeño de una actriz mexicana”, dice Bonfil.
Mientras la cinta producida por Hayek y dirigida por la estadounidense Julie Taymor, cosecha triunfos, en casa la crítica es rigurosa.
“Esa biografía es inventada por Salma Hayek. Es una Frida falsa, de calendario, que le puede interesar a los norteamericanos porque tienen escaso conocimiento de la historia de México”, dice el intelectual Manuel Ávila Camacho.
“La categoría que tiene posibilidades es la de dirección de arte (de Felipe Fernández del Paso) porque la historia plantea situaciones absurdas, quizás por hacer la película más comercial, como el lesbianismo de Frida que es falso”, opina Riña Lazo, alumna de Frida Kahlo durante once años.
En la plaza del Zócalo el público aplaudió emocionado las palabras finales de Hayek: “Soy una mujer común de Veracruz, que lo que tuvo fue el valor de seguir un sueño. Frida es el testimonio de ese sueño, que por nada del mundo dejé que se cayera”.